Los puntos son apenas la corteza de lo que el Pilotes Posada se juega hoy en casa del Obearagón Huesca. El valor matemático no alcanza a contener la importancia del choque. Se dirime la jefatura de la categoría, la autoridad palpable y moral que ha de regirla por lo menos a corto y medio plazo. El Pilotes, además, pretende pegar el primer estirón importante en la clasificación. "Quedarán después veinte partidos, cuarenta puntos", indica Quique Domínguez para rebajar la relevancia de la cita. Cierto. Pero los fallos están muy medidos entre los favoritos. El golpe de mano sería notable.

El Pilotes Posada tiene en la regularidad su mejor valor. Los chicos de Domínguez producen con constancia. No es brillante su rendimiento. Suelen adaptarse al nivel del rival. Ofrecen según se les exige. Eso les ha alcanzado para sumar ocho victorias y apoderarse del liderato. La única derrota, en Pontevedra, en el último segundo y con penalti fallado anteriormente por Cerillo, tantas veces salvador. Y es a este respecto que de entre todas sus caras, la correosa y la fluida, deberán mostrar la mejor. Les obligará el Obearagón.

La escuadra oscense ocupa la segunda posición, a un solo punto. Espera al Pilotes con los dientes afilados y sus muchas cualidades. Quique Domínguez debe variar de táctica. Suele aprovechar su mayor profundidad de banquillo para extenuar a los contrarios. El Obearagón es seguramente el equipo que mejor les puede aguantar el tipo en ese pulso y a la carrera, como gusta a los académicos. José Nolasca ha construido una defensa 3.2.1 con la que busca el desorden de la circulación enemiga. En ataque, dispone de muchas soluciones individuales. Así que Domínguez será en esta ocasión el que pida a sus hombres cohesión y que midan bien los tiempos del choque. Si el Pilotes limita sus pérdidas, si en consecuencia ralentiza al Obearagón, situará el partido en el escenario que más le interesa.

Esa mano firme es la de Rubén Montávez, el central en el que el entrenador se encarna. La distensión muscular que sufrió ante el Ademar León convierte al barcelonés en duda hasta el último instante. Montavéz es valiente hasta el suicidio. Ha viajado y quiere forzar. Pero a Domínguez le cabe la tranquilidad de saber que Fran González y especialmente Cacheda pueden suplir su ausencia si es necesario. El dezano madura a pasos agigantados. Tiene una sabiduría prematura del juego que puede permitirle brillar incluso en circunstancias de tensión.

A las filas viguesas se reincorporan Toti Nikalauskas y Pablo Macías. Causa baja una semana más Nando. La ausencia del extremo canterano vuelve a situar al Pilotes Posada pendiente de un hilo por sus alas. Es la gran carencia, paradójica en un club que concibe el balonmano abierto y con un entrenador que vivió junto a la línea de banda. La lesión de Nando y la escasa confianza demostrada hasta ahora en Abramovich, que no acaba de asimilar las peticiones de Domínguez, dejan a Cerillo y Edu Moledo como únicos extremos útiles a efectos prácticos. Son varios los choques en los que disputan los sesenta minutos. Ningún problema ante otros rivales, pero una flaqueza que el Obearagón podría explotar.

Lugar y hora: Municipal. 20.15 (hoy). Árbitros: Alberto Murillo y Felipe Guerra.