La selección española de balonmano comenzó ayer con pie firme su camino hacia el próximo campeonato de Europa de Serbia. Los de Valero Rivera vapulearon a una Lituania que nunca estuvo cómoda sobre la pista del Lalín Arena debido a la casi perfecta primera mitad de los campeones de Mundo, que sentenciaron el choque cuando apenas se llevaban disputados 15 minutos de juego. Los 2.500 aficionados que anoche se dieron cita en el nuevo multiusos de la cabecera comarcal dezana disfrutaron con el juego de un combinado nacional en el que, sobre todo, destacaron Hombrados bajo palos y la entrega de un Iker Romero que poco a poco gana en confianza.

La primera media hora fue un recital de los españoles. Tras unos primeros minutos de tanteo, pronto hizo efecto la habitual defensa 6-0 abierta del seleccionador nacional que provocó las imprecisiones de los jugadores que entrena Gintaras Savukynas, incapaces de superarla tanto en los 9 como en los 6 metros. Hombrados se destapó con un total de ocho paradas, mientras los Iker Romero, Parrondo, Ugalde, Entrerríos y Malmagro se encargaban de poner en evidencia el sistema 5-1 defensivo del combinado lituano con un Sabonis en el avanzado que nunca fue parar a los centrales de la roja. La perfecta circulación de balón de la primera línea española también hizo estragos en una Lituania que veía como su primer tiempo muerto de la noche se le volvía en contra puesto que, poco después, un parcial de 4-0 para España rompía el partido de manera definitiva ante el delirio de las gradas del Lalín Arena. A partir de ese momento, Valero Rivera apostó por mover el profundo banquillo del que dispuso ayer en tierras gallegas para ampliar de manera paulatina las ventajas del combinado nacional. Enfrente, Savukynas optó muy pronto por jugar con Malasinskas como portero-jugador durante sus inferioridades numéricas, en un intento a la desesperada de meterse en el partido. Al descanso se llegó con un 17-5 en el electrónico que hablaba muy a las claras de la exultante superioridad española en el primer partido de clasificación para el torneo de Belgrado.

En la reanudación, apenas cambió el escenario. Rivera dio entrada a Sierra en la portería española mientras que su colega lituano quiso imprimir más velocidad a su equipo a base de rápidas transiciones. Sin embargo, España volvió a mostrarse de nuevo muy sólida en ataque permitiéndose licencias como las de en jugadas puntuales pasar a un sistema 5-1 que pronto fue trocado por el inicial para ahogar los ataques sin fe de los jugadores de Lituania. Con todo, Savukynas volvió a solicitar un tiempo muerto para intentar recomponer a su selección, algo que tampoco consiguió en una segunda mitad que pronto vio como España se descolgaba en el marcador con holgadas diferencias. Así las cosas, Rivera hizo debutar al lateral izquierdo del Granollers, Antonio García, que incluso anotó su primer gol con el combinado español a los 45 minutos de partido.

Con la mente puesta en Rumanía, a donde partirán mañana, los jugadores de Valero Rivera afrontaron los últimos diez minutos prolongando sus ataques, a veces, y otras realizando contragolpes siempre perfectamente finalizados por Cañellas o el propio Maqueda. Romero disfrutó de un merecido descanso durante la segunda media hora, aunque Rivera lo volvió a utilizar cuando la diferencia de goles era escalofriante con el objetivo de que el lateral del Barça pudiera seguir demostrando que es uno de los puntales del equipo nacional. Lituania bajó los brazos cuando comprobó que tardó la friolera de diez minutos en pasar de un guarismo a dos en el electrónico y dio por bueno, al final, un resultado de escándalo.