El precio del ascenso a Primera División ronda el millón de euros. Ésta es la cifra que el club ha puesto sobre la mesa de negociación con los cuatro capitanes del plantel: Borja Oubiña, Jonathan Vila, Ismael Falcón y Roberto Lago. De momento no ha habido más que una primera reunión para establecer los términos de discusión y aproximar posturas. La sintonía entre las partes es buena aunque existen diferencias que pueden prolongar la negociación durante algunos meses, pues no hay prisa por alcanzar un acuerdo ni expectativas inmediatas de regresar a la máxima categoría por prometedor que haya sido el arranque liguero.

Ambas partes han convenido que habrá un único incentivo por regresar a Primera División –desde el último ascenso, en 2004, no se premia al plantel por número de victorias o empates– y que el montante se aproximará al millón de euros.

Los jugadores y el club difieren sin embargo en la fórmula. El plantel propone percibir una cantidad fija por el ascenso, independientemente de cómo se alcance la máxima categoría, mientras que la entidad prefiere establecer variables en función de los ingresos que obtenga por taquilla. La propuesta del Celta es premiar más el ascenso desde la tercera plaza, es decir, tras jugar dos partidos de play-off en Balaídos, que promocionar a la máxima categoría directamente desde el primer o el segundo puesto. Del mismo modo, el club concede distinto valor al ascenso directo que a la promoción desde la cuarta, la quinta o la sexta plaza. En función de estas variables, el ascenso costaría al Celta entre 900.000 y 1,1 millones de euros.

Las últimas primas

Las cifras que se manejan no son mucho mayores que la percibida por el último plantel que consiguió promocionar a la máxima categoría en junio del año 2004. La prima consignada las cuentas del club por volver entonces a Primera ascendió a 822.936 euros. Posteriormente, también bajo la presidencia de Horacio Gómez, el plantel celeste recibió un incentivo de 1,3 millones por clasificarse para la Copa de la UEFA. Desde entonces las primas han desaparecido de la vida de la entidad. Cada temporada los capitanes se han sentado con el club, pero no ha habido resultados que premiar.

El coste que se baraja por el ascenso es nimio en comparación con el beneficio económico que reporta a las arcas del club estar en el escaparate de la Primera División. Tan sólo por la venta de derechos televisivos, el Celta percibiría en la máxima categoría 18 millones de euros por temporada en virtud del contrato firmado en 2006 con Mediapro. El acuerdo quedó en suspenso tras el descenso pero se reactivará por cinco años una vez que el club vigués recupere el rango perdido.

Asimismo, en caso de ascenso, el beneficio para el jugador será mayor en el plano individual que en el colectivo porque la práctica totalidad de los futbolistas del plantel cuentan en sus contratos con cláusulas de revisión salarial que elevan considerablemente sus emolumentos con respecto a lo que perciben actualmente en Segunda.