Las agujas del reloj marcaban las nueve de la noche cuando las bocinas de los autocares anunciaban la llegada de la expedición del Coruxo. Nada quedaba a la improvisación, con la policía local supervisando el dispositivo.

Primero llegaron los tres autocares de aficionados, que hicieron noche en Albacete y que viajaron con el equipo. Aparcaron primero para que los seguidores bajaran y comenzaran los abrazos con los que no pudieron viajar y los estaban esperando en O Vao. Los gritos de ¡O Coruxo é de Segunda B! resonaban por encima de las gaitas que daban la bienvenida a los recién ascendidos.

La policía local tuvo que cortar el tráfico en un tramo de la carretera, ya que a nadie le importaba la circulación y todos querían recibir a los que ya llaman los héroes de La Roda.

A lo lejos comenzaba a vislumbrarse la silueta del autocar que trasladaba a los jugadores, y la euforia fue en aumento. Los jugadores, agolpados sobre las ventanas de autocar, repetían incansablemente la cantinela que en muy poco tiempo se ha hecho ya famosa.

Todo el mundo quería tocar a sus ídolos, pero la policía impedía cualquier movimiento mientras los cientos de seguidores que acudieron a O Vao no permitieran el normal desarrollo del recibimiento.

Los gritos, aplausos y palmadas de aliento fueron en aumento a medida que los jugadores abandonaban el autocar que los había trasladado desde La Roda, y se trasladaban al terreno de juego en donde consiguieron gran parte del éxito que ayer tarde estaba celebrando.

En esta ocasión no había ducha para celebrar el éxito, pero sin embargo sí estaban conectados los aspersores, que rápidamente acabaron siendo el arma de los más bromistas para pasar a todo el mundo por el pertienente baño.

Uno de los momentos más intensos fue cuando todos los jugadores se desplazaron hacia la banda, y allí se pusieron de rodillas agradeciendo a los aficionados el apoyo recibido durante toda la temporada. Todo ello coincidiendo con el lanzamiento de unos fuegos de artificio que eran el aviso que la nueva plantilla de Segunda División B ya estaba en el campo de O Vao.

En el medio de tanta euforia, aún hubo tiempo para poder reunirse todos e inmortalizar el momento con una foto que pasará a la historia del club, y que costó ochenta años en conseguirse.

Hoy los jugadores tendrá el día de descanso, pero mañana martes será el día de las recepciones. Primero en el concello de Vigo, a partir de las 17.30 horas, y a las nueve le toca el turno a la Diputación de Pontevedra. Para las ocho, en O Vao, está prevista la fiesta de homenaje del club vigués a su afición.