El entrenador del Celta de Vigo, Eusebio Sacristán, desveló este mediodía que su relación profesional con el director deportivo, Miguel Torrecilla, y con el director general del club, Antonio Chaves, no ha sido la "ideal" durante su etapa en el banquillo celeste porque ambas partes tenían "criterios muy diferentes".

"Ha habido una cierta distancia porque los criterios son diferentes. Mi manera de entender el fútbol y de tomar las decisiones atiende a muchos años de profesión, mientras que ellos tienen una idea diferente de ver las cosas", apuntó Eusebio.

"En ese sentido hemos tenido criterios diferentes y no ha sido la relación ideal que hubiésemos necesitado para que las cosas fuesen mejor. Aun así desde la temporada pasada ya dije que asumía todos los fichajes que se hiciesen pese a que a veces los deseos no eran los mismos", recalcó.

A finales del pasado mes de mayo el técnico vallisoletano ya había denunciado que dentro del club había personas que no estaban "remando en la misma dirección" que el equipo, y aunque ese momento no quiso dar ningún nombre todo apuntaba a que se refería al director general.

"En aquel momento pretendía proteger al equipo porque había cosas que no me gustaban y que entendía que nos podían desestabilizar. Llevo 25 años como profesional del fútbol y tengo mis ideas y mis criterios", dijo Eusebio.

"Sin embargo -continuó- dentro de este club hay personas con otras ideas muy respetables pero diferentes a las mías y yo no podía permitir que se metieran en mi parcela como sucedió en algún momento de la temporada. Yo soy el máximo responsable del área deportiva y eso siempre lo voy a defender", aclaró.

Un distanciamiento con Antonio Chaves, hombre de máxima confianza del presidente Carlos Mouriño, que acabó por sentenciar a Eusebio pese a que el vallisoletano siempre tuvo el respaldo de Mouriño.

"Estoy muy agradecido al presidente porque me ha dado la oportunidad de entrenar al Celta y de iniciar mi carrera como entrenador, pues él siempre me ha mostrado su apoyo. Este club tiene gente muy capacitada y muy comprometida, por eso el Celta llegará a donde tiene que estar por prestigio, por historia y por merecimiento", señaló.

Un reconocimiento que Eusebio también tuvo para la afición celeste por el "apoyo" que le ha mostrado durante sus 16 meses en el banquillo de Balaídos y para sus futbolistas, a los que dijo querer como si fueses sus hijos.

"Me voy muy agradecido a los jugadores por el comportamiento que han tenido conmigo y por el compromiso que han tenido con el club, pero también estoy muy contento por el cariño y el apoyo que siempre me ha mostrado la afición", explicó.

"Desde el principio a la plantilla le he lanzado un mensaje claro. Le he dicho que si somos una familia seremos mucho más fuertes, por eso mi idea es que ellos se respeten como hermanos. A los jugadores los he querido como a unos hijos y para mí todos eran igual de importantes y así intenté tratarlos", insistió.

Finalmente, Eusebio aseguró que para él ha sido un "honor" y un "privilegio" poder entrenar al Celta, club que espera volver a dirigir en el futuro porque ahora necesita entrenar "donde se me valore y se me dé confianza".

"Ha sido un honor y un privilegio entrenar a este club y le deseo lo mejor. Espero que algún día nuestros caminos se vuelvan a encontrar porque me llevo muchas cosas de aquí, pero sobre todo el cariño de toda una ciudad", apuntó.

"Yo tengo que estar en un sitio donde se me valore, donde se me de confianza y ya encontraré algún equipo donde se den estas circunstancias. De momento aun no sé donde entrenaré en el futuro, ojalá que surja algo", concluyó Eusebio.