El Rápido de Bouzas no fue capaz de frenar al líder de Tercera División, el Cerceda, en un encuentro en donde los de Juan Carlos Andrés merecieron algo más que la derrota, ante un equipo que se limitó a marcar el tanto al comienzo del partido, dedicándose posteriormente a dejar pasar los minutos hasta que llegara el final del encuentro.

El partido no fue bueno técnicamente, aunque sí tuvo mucha emoción, sobre todo por la incertidumbre en el marcador. Sin embargo, el desarrollo del encuentro y el deselance final del mismo quedó marcado por un saque de esquina que efectuó el conjunto coruñés, y que acabó Felipe enviando al fondo de las mallas.

A tenor de lo visto en el resto del encuentro, fue la salvación para el Cerceda, que se limitó a defenderse con orden impidiendo que los vigueses se acercaran a su portería con cierta comodidad.

En la segunda parte la situación no cambió demasiado. El Rápido de Bouzas parecía el único equipo que estaba dispuesto a jugar al fútbol, mientras que el líder se limitaba a especular sabiendo de la importancia que tenían los tres puntos estaba acariciando.

El partido pudo dar un vuelco en el tiempo de descuento, cuando el portero del Cerceda, Cristopher, le dio un codazo a Víctor que vio todo el mundo menos el colegiado del encuentro.

Lo que pudo ser penalti y expulsión de guardameta visitante, y sin tiempo para reaccionar del Cerceda, acabó con la segunda amarilla para Víctor que acabó expulsado, lo mismo que el técnico local, Juan Carlos Andrés, que protestó airadamente la jugada que pudo haberle dado un vuelco al encuentro.

A pesar de la derrota, los vigueses siguen fuera de los puestos de descenso, pero tal y como está la competición nadie se puede despistar ni lo más mínimo, ya que los vigueses están empatados a 29 puntos con Lalín, Céltiga y Santa Comba, mientras que por arriba el undécimo clasificado, que es el Negreira, está solamente a tres puntos. Y es que esto no se va a resolver hasta el mes de mayo, cuando finalice la competición.