El entrenador del Celta de Vigo, Eusebio Sacristán, que hoy cumple su primer aniversario como técnico del conjunto, no ha querido poner una nota a su trabajo al frente del club aunque sí ha reconocido que ha sido un año "difícil" y "duro" marcado por la falta de buenos resultados.

"No quiero ponerme una nota. El resumen de este año es que he trabajado duro pero creo que los resultados no me han acompañado, por eso tengo que seguir mejorando y trabajar duro diariamente para ofrecerle algo más al equipo. Ha sido un año difícil y duro", señaló Sacristán en rueda de prensa.

El ex futbolista del Barcelona llegó hace un año a Vigo para sustituir a Pepe Murcia cuando faltaban dieciséis jornadas para finalizar la temporada y el equipo luchaba por no descender a Segunda División B, objetivo que el Celta logró con mucho sufrimiento tras vencer por la mínima al Alavés en su estadio.

"Ha pasado muy rápido y ha sido un año muy intenso para mí. Vine muy ilusionado porque era una oportunidad que se me presentaba para empezar a entrenar, aunque la temporada pasada vivimos momentos difíciles que al final conseguimos superar", recordó.

Un sufrimiento que parece no abandonar al Celta de Sacristán ya que esta temporada, pese a la revolución en la plantilla, el equipo sigue sin carburar y está empatado a puntos con el Albacete, que cierra los puestos de descenso a la categoría de bronce del fútbol español.

"Esta temporada empezamos con la ilusión renovada después de la llegada de gente nueva de fuera y con el ascenso de los canteranos al primer equipo. Creo que se han creado unas bases que espero que nos den los resultados esperados cuanto antes para tener un futuro bueno para el club", destacó.

"Hemos estado trabajado para formar un bloque y conseguir que el equipo tuviese un estilo, una filosofía, algo que hemos conseguido a pesar de que lo más importante de todo, los resultados, no nos han acompañado", agregó.

Durante su primer año como entrenador del Celta, Eusebio, que hoy insistió en implicarse en el proyecto de futuro del club, ganó ocho partidos en liga, seis esta temporada, empató en veinte ocasiones y perdió catorce encuentros, el último el pasado fin de semana contra el Hércules, el líder de la categoría.

Esta temporada estuvo en peligro el pasado mes de diciembre, pero sus jugadores lograron salvarle la cabeza tras vencer en el campo del Girona, con Iago Aspas, que ya había marcado los dos goles al Alavés la pasada campaña, de nuevo como héroe.

No obstante, a pesar de sus pésimos números, su atrevida apuesta por la cantera y el atractivo fútbol que practica su equipo le han permitido ganarse la confianza de la directiva que preside Carlos Mouriño, que piensa en Eusebio como un entrenador de futuro para el club.

"Hemos iniciado conversaciones, aunque en estos momentos creo que hay que centrarse en el día a día. Sé cuál es el espíritu del club, que ya me ha comentado, pero eso no debe desviar la atención de lo más importante, que es centrarnos en el trabajo diario porque es un momento muy importante para el equipo", concluyó.