El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, visitará hoy la sede de la Diputación de Pontevedra. Rafael Louzán recibirá al dirigente futbolístico en una cita que estaba prevista desde hace tiempo, aunque cuadra de maravilla para reforzar la candidatura de Vigo a ser una de las sedes en el Mundial de 2018 ó 2022, cuya organización solicitan de forma conjunta España y Portugal. La Federación efectuará la próxima semana una primera criba entre las 23 ciudades españolas que se han postulado. Reducirá el número a 13 ó 14. Vigo quiere superar ese primer corte. Louzán añadirá argumentos a favor de la ciudad olívica.

La agenda es más completa. Louzán y Villar acordaron el encuentro hace tiempo. La Diputación de Pontevedra quiere explicarle al presidente de la Federación su amplio plan de infraestructuras que incluye la construcción de 70 campos de hierba artificial de nueva generación por toda la provincia. Algunos ya están hechos, otros en marcha o proyectados. A Villar también se le tanteará sobre posibles formas de colaboración.

Pero el tema del Mundial caerá inevitablemente en la conversación. Todo el mundo da por sentado que la FIFA concederá a España y Portugal el torneo de 2018. Se habla de 9 sedes españolas y 3 lusas. Las grandes urbes de la península tienen sitio asegurado. Vigo compite por completar el proyecto de entre las de mediano nivel. Se ofrece como una especie de sede mixta por su proximidad al mercado portugués. Aunque supuestamente acude de la mano con A Coruña, parece descabellado que puedan compartir sede como en el Mundial de 1982. Condenadas a enfrentarse, los herculinos plantean la reforma de Riazor; los vigueses, la reconstrucción de Balaídos, mediante un diseño adaptable novísimo que costaría 140 millones de euros. Pudiera parecer que el menor presupuesto de lo que implica Riazor favorece a los norteños y no es tanto así. Miguel Galán, uno de los técnicos de la Federación que ha efectuado las inspecciones, ha reconocido que "a priori un estadio reformado parte en desventaja".

Louzán ha mostrado su apoyo a la candidatura viguesa, aunque insistiendo en la necesidad de implicar a la iniciativa privada en la financiación del estadio. Si Villar percibe que el proyecto es viable, Vigo gana enteros.