Un cordón umbilical liga íntimamente Cabral con el Levante español. Es una vía rápida que jóvenes futbolistas transitan hacia el Mediterráneo. Brais Méndez Portela se mudará este verano a la cantera del Villarreal. Será otro chico del Santa Mariña trasplantado a la cantera amarilla, siguiendo los pasos de Jonathan Pereira.

Brais prolonga una dinámica que incluye a casi media docena de antecesores. Él es un delantero de 13 años recién cumplidos, a quién Celta, Deportivo y Real Madrid pretendían de forma cierta y el Zaragoza según los rumores. A todos les interesaba lo que de él resumía un informe elaborado durante la Arousa Cup: "Técnica y físicamente superior al resto de jugadores. Gran ejecución de todos los gestos técnicos. Plasticidad y elegancia. Un killer". Su padre, Pupi, directivo del Santa Mariña, se encargó de las negociaciones. La visita a las instalaciones del Villarreal resolvió las dudas. "Es también lo que él quiere y es un chico bastante maduro", comenta. "Tiene mi apoyo y el de su madre al cien por cien".

Pupi ha jugado al fútbol "durante casi treinta años". A la edad de su hijo también soñaba con convertirse en profesional. "No tuve su suerte. Eran otros tiempos. No había agentes, ojeadores, tanta información. Todo se movía a nivel local y si saltaba la liebre...". Pero no es que quiera cumplir a toda costa en Brais lo que a él se le frustró. Prioriza de hecho "la formación y la educación. Es lo que pedimos y el Villarreal nos parece el sitio ideal". Instituto, residencia y campo de entrenamiento componen un bloque homogéneo. Pupi quiere que su retoño rinda en el aula; en cuando a lo que pueda alcanzar sobre el césped, "el tiempo dirá".

El presidente del Santa Mariña, Xosé "Chato" Blanco, celebra que otro de los pequeños talentos de la entidad encuentre acomodo en una cantera de prestigio. "Nuestro fin es sacar a los chavales de las calles, que jueguen y se diviertan con el fútbol. Y si después pueden tener futuro en este mundo, mejor. Los pasos son los adecuados".

Jonathan Pereira, recién traspasado al Betis por dos millones de euros, abrió la senda. El Villarreal ha querido repetir aquel éxito. Le han seguido otros como Diego Mariño o recientemente Pablo García, todos del rojo santamariñense al amarillo del Submarino. "Se ve que les funciona tirar de Galicia. Lo tienen claro", analiza Pupi y Chato aguarda al beneficio que este trato también le reportará al club. "Espero firmar un convenio nuevo que sea tan bueno como los otros. No creo que haya ningún problema".