Hugo Mallo y Víctor Vázquez compartieron muchos juegos infantiles y el pasado miércoles también el partido con el Celta. Se han reencontrado en el club vigués, después de que sus trayectorias deportivas tuviesen distintos destinos, aunque casi siempre con el hilo conductor de la camiseta celeste. Ayer lo recordaba Mallo, que hoy vuelve a la titularidad en un encuentro de Liga.

El todavía juvenil se siente más feliz desde el partido de Copa ante el Villarreal, ya que tuvo la ocasión de jugar junto a su amigo y vecino, Víctor Vázquez: uno en cada costado de la defensa céltica.

Ayer fue mentarle a su colega para que Mallo perdiese esa timidez que aún arrastra cuanto comparece ante la prensa. "Compañero y vecino mío. Gran amigo mío porque es de Marín, como yo. La verdad que es una coincidencia que estemos los dos en el lateral derecho del Celta", aunque a Mallo el miércoles le tocó pasarse al costado izquierdo. Y desvela sus primeros pasos futbolísticos. "Los dos jugamos de pequeños en el Porvir, de Marín, y éramos centrales. Ahora, nos pasaron a los dos al lateral derecho". Uno estaba en el equipo benjamín y el otro en el alevín del club ya desaparecido.

Mallo formó parte del equipo del Celta que participó en el torneo de Brunete. Después pasó por el Pontevedra y en el segundo año de infantil ya formó parte de la cantera céltica, de cuya plantilla juvenil saltó el pasado verano al primer equipo. Víctor, en el Celta B, estuvo cedido el año pasado en el Villalonga.Su vecino y amigo

viajó ayer a Tarrogona, donde hoy espera ser titular. Quiere aprovechar la ausencia por sanción de Vasco Fernandes para volver a tener "continuidad" en el once de Eusebio.

"Cuando los resultados acompañan y hay un once que está sacando los puntos es difícil entrar, por eso quiero aprovechar esta oportunidad para intentar coger continuidad en el equipo titular", apunta Mallo.

"Tengo muchas ganas de hacerme con un puesto en el equipo titular en la Liga y, sobre todo, ayudar a sumar los tres puntos, que son muy importantes para nosotros ahora mismo", recalca.

Reconoce que se le hizo "un poco raro al principio" jugar en el lateral izquierdo ante el Villarreal, pero se acostumbró con rapidez. Esta vez porque al otro lado se encontraba su amigo y vecino Víctor Vázquez.