En el informe también pueden encontrarse las causas que han llevado a señalar como cómplice a uno de los auditores de las cuentas.

La deuda con Hacienda. Una de las principales causas del estado de insolvencia del Celta ha sido la deuda con la Agencia Tributaria. Hacienda instruyó actas de inspección contra el club por un importe global de 18 millones de euros que acabaron por convertirse en 33 tras la aplicación de los recargos y los intereses de demora. Las cantidades adeudadas al fisco no se registraron en la cuenta de resultados en contra de lo establecido en el Plan General Contable. No se reflejaron las deudas ni se dotó una provisión de fondos como establece el principio legal de prudencia contable e imagen fiel. La deuda con Hacienda se recogió en el informe de Auditoría como una salvedad amparándose en que las actas se firman en disconformidad.

Activaciones y revalorizaciones. Al objeto de ofrecer una cifra de fondos propios por encima del 50 por ciento del capital social, en los ejercicios 2004-05 y 2005-06 se reflejaron activaciones y revalorizaciones en el epígrafe "derechos de adquisición de jugadores por importe de 12 millones inadmisibles con los criterios contables en vigor. Una parte importante de estas anomalías contables figura como salvedad en los informes de auditoría y en las memorias de las citadas temporadas.

Se dejan, asimismo, de reflejar, derechos de imagen, primas, y se activan gastos indebidamente por un importe total de 15 millones de euros. Se activa la cantera por casi 7 millones de euros y ser revaloriza a Borja Oubiña en casi seis millones. Según Horacio Gómez, tales prácticas han continuado durante la presidencia del actual regidor, Carlos Mouriño.

Incumplimiento de la obligación legal de disolverse. El informe concursal presentado en noviembre del pasado año sostiene que el Celta ha funcionado con fondos propios negativos y tenía la obligación legal de disolverse por haber acumulado pérdidas que han descapitalizado por completo la entidad.

El ex presidente destaca que, pese a los resultados negativos, no se hubiese entendido que el club desapareciese justo en la temporada en que se había clasificado, por primera vez en su historia, para disputar la Liga de Campeones.

Partidas erróneamente contabilizadas. Corresponden a ejercicios anteriores a la temporada 2006-07 y revelan, según los administradores, un evidente desconocimiento de las más elementales normas de contabilidad.

Amortización errónea de jugadores. Se detallan los casos de Catanha y de Sebastián Méndez, cuyo traspaso el club continuó amortizando después de que hubiese finalizado su contrato. Gómez afirma tener documentos que prueban que ambos continuaban perteneciendo al club aunque cedidos a otros equipos.

Primas por ascenso y Uefa. Ambos incentivos no se consignaron en las cuentas en el momento de ser devengados.