No hubo que esperar tanto como la temporada pasada para que llegara la primera victoria de la temporada. El Ciudad de Vigo Básquet sumó ayer la victoria en un partido pletórico en donde dieron una lección defensiva ante un rival que pasó desapercibido.

Visto lo visto en el partido de ayer, sobre todo en los dos primeros cuartos, daba la impresión de que el equipo que había comenzado tarde la pretemporada era el cuadro ourensano, que se vio maniatado y con poca claridad de ideas. El Ciudad de Vigo Básquet hizo ayer lo más difícil en el mundo del baloncesto, jugar a un gran nivel y, además, conseguir que el rival fuera incapaz de hacer su juego. No se puede hablar de un mal día en el tiro o de errores arbitrales. El Agua de Sousas se vio impotente, obligando al técnico Javier Muñoz a utilizar en los primeros minutos de partido a todos sus efectivos, incluso a algún jugador tocado y que no estaba previsto que jugara.

El Ciudad de Vigo saltó al campo dispuesto a que no se le escapara la victoria. Ajustó la defensa al máximo provocando constantes fallos de los ourensanos en el tiro. En ataque los vigueses movieron el balón creando huecos que aprovechaban para marcar de cerca y de lejos.

Al técnico ourensano no le quedó más remedio que pedir su primer tiempo muerto a los cuatro minutos de juego y con un marcador de 11-3. La finalidad de cortar el juego vigués y reorganizar su juego dio resultado, ya que consiguieron robar dos balones en defensa que a la contra les permitían meterse de nuevo en el partido. Sin embargo, dos triples de Suka devolvieron los siete puntos de ventaja para los vigueses, que seguían sin fisuras, mientras que de los cinco jugadores del Agua de Sousas del quinteto inicial sólo Adrián García jugó los diez minutos.

El Ciudad de Vigo Básquet comenzó el segundo cuarto con una defensa en zona que se le atragantó a un conjunto ourensano que seguía sin ofrecer su mejor imagen. Adrián García era el único que mantenía el tipo, pero siempre dentro de un discreto nivel de juego.

El conjunto vigués seguía en estado de gracia. En el campo estaba un equipo, el ourensano, que se veía atenazado y sin capacidad de reacción, y otro, el vigués, que se gustaba y al que le salía todo, tanto en defensa como en ataque. Al descanso el marcador registraba victoria parcial de los vigueses, 39-24, que era un fiel reflejo de lo que había sucedido sobre el campo en los primeros veinte minutos de juego.

Tras los dos primeros cuartos, dos datos relevantes, el Ciudad de Vigo hizo una valoración de 49 con un 55% en tiros de dos, mientras que los ourensanos hicieron 19 y 33%.

El Agua de Sousas salió tras el descanso con una defensa más fuerte, pero las intenciones duraron poco tiempo. A los dos minutos, Williams anotaba una triple que permitía a los vigueses alcanzar la máxima diferencia, 46-28, con jugadas como la de Tim Smith, que hace una entrada, falla y coge su propio rebote. El conjunto ourensano pudo meterse en el partido un minuto más tarde, cuando dos robos le permitieron reducir la desventaja a catorce puntos. Sin embargo, cometieron un error grave, al dedicarse más a protestar las decisiones arbitrales, que por cierto no fueron acertadas, que a intentar darle la vuelta al partido. El Ciudad de Vigo Básquet no perdió esa oportunidad, y al final del cuarto vencía por 23 puntos de diferencia, 60-37.

En los diez minutos finales el Ciudad de Vigo Basquet se exhibió ante sus aficionados. A cinco minutos para el final, el Agua de Sousas no había llegado a los cuarenta puntos, lo que dice bien a las claras el grandísimo partido defensivo que hicieron los vigueses. Hubo tiempo para todo, incluido el debut de Toni Vicens en el pabellón de As Travesas y conseguir una diferencia de puntos que puede ser clave al final de temporada.

Por último, señalar que Rashad West no pudo debutar en la noche de ayer debido a problemas burocráticos a la hora de tramitar su ficha.