La plantilla celeste reconoce dos cuentas pendientes en el arranque liguero: regalar a la afición una primera victoria en Balaídos y mantener durante noventa minutos la portería a cero.

El conjunto de Eusebio presenta el peor balance como anfitrión de la categoría con sólo dos puntos en cuatro partidos. Tan desalentador dato no ha pasado inadvertido en el plantel, que conviene en la necesidad de romper con el mal fario que persigue al equipo en Balaídos.

No hay miedo por el mal rendimiento, aunque algunos admiten que la ausencia de resultados en casa comienza a convertirse en una idea fija. “Más que un problema tenemos una obsesión”, confiesa Iago Aspas. “Lo tenemos entre ceja y ceja”, remacha. El moañés matiza que el Celta no ha sido inferior a los adversarios que ha tenido como local “salvo al Hércules” y destaca las ganas del equipo “de hacer buenos en casa los puntos que estamos consiguiendo fuera”.

El medio centro Aritz López Garai reconoce que los resultados obtenidos en el feudo céltico están muy por debajo de las expectativas pero advierte precisamente de la importancia de no obsesionarse. “Es cierto que Balaídos se nos está atragantando pero no tiene que ser un problema, sino un aliciente. Jugamos en casa y ante nuestra gente y en nuestro campo hay que ganar”, observa. “Tenemos que quitarnos esta losa de encima y, a partir de ahí comenzar a rendir en casa y fuera”, precisa el jugador vasco, que recuerda: “De nada vale hacerte fuerte en casa si no ganas nunca fuera. Tenemos que aprender a jugar igual”.

López Garai niega que exista miedo escénico. “Yo no siento que haya más presión. Es verdad que el día del Hércules hubo algún silbido, pero no creo que ése sea el motivo del mal rendimiento del equipo en casa. Simplemente las cosas no nos han salido como esperábamos”, indica.

El centrocampista vasco apunta que los rivales asumen más riesgos como locales. “Exponen más, se abren y buscan más el ataque. En Balaídos ya conocemos el guión: esperan nuestro error y, a la contra, nos matan”, explica.

El lateral Pedro Botelho, mientras, cree que el deficiente rendimiento de Balaídos es ahora mismo el principal problema que tiene que resolver el Celta. “No sé qué pasa que las cosas no nos van bien en casa pero tenemos una buena oportunidad para acabar con ello el domingo ante un buen equipo como es el Rayo”, apunta el brasileño.

La rémora de la portería

El otro gran problema del Celta, admiten sus jugadores, es su incapacidad para mantener la portería a cero. “Siempre que no encajas goles, estás cerca de ganar. No lo estamos consiguiendo y encima nos ponemos siempre con el resultado en contra. En Segunda es fundamental no encajar porque no en todos los partidos vamos a poder remontar”, subraya. El delantero centro Arthuro incide también en esta idea. “Con la portería a cero sacaríamos muchos puntos y nos daría una confianza mayor en la gente de atrás”, apunta.

Iago Aspas recuerda, por su parte, que la solvencia defensiva depende del trabajo del todo el equipo. “Es algo que tenemos que trabajar todos no sólo durante los partidos, sino también durante la semana. Tenemos que intentar dejar la portería a cero cómo sea porque ya van demasiados partidos en los que estamos recibiendo goles”, concluye el punta moañés.