Valentino Rossi está a un paso de conquistar su noveno título mundial. Al italiano le basta con sumar 13 de los 50 puntos que hay en juego (quedan dos carreras para el final del campeonato) para revalidar el título que consiguió el año pasado y hacer un poco más complicado que alguien llegue algún día a su nivel. Un cuarto puesto en Malasia el próximo domingo (si es que Lorenzo gana la prueba) será suficiente para que Rossi confirme que su dominio en la máxima categoría del motociclismo mundial no tiene comparación.

La caída de Jorge Lorenzo en la primera curva permitió al "Doctor" enfocar la carrera con tranquilidad, lo que benefició a Casey Stoner, que ganó de nuevo una carrera, la tercera en lo que va de temporada, la primera tras su extraña enfermedad.

El esperado duelo Rossi-Lorenzo se esfumó en el mismo momento en que el español tocó la rueda trasera de Nicky Hayden y se fue al suelo. Jorge, que partía desde la cuarta posición -por primera vez en la temporada fuera de la primera línea- no estaba a tope por culpa de un problema estomacal, salió mal, fue rebasado por Hayden y el ansia por no dejar escapar a Rossi le hizo cometer el error: se llevó por delante al norteamericano, perdió el control de su moto, lo recuperó después, pero llegó demasiado fuerte a la primera curva y cuando quiso meterla en la trayectoria ya era tarde. Lorenzo había criticado en alguna ocasión a pilotos porque "las carreras nunca se ganan en la primera curva" y ayer él cometió ese pecado. Sabía que el ritmo de Rossi y de Stoner era muy superior y que sus esperanzas pasaban por estar en la pelea el máximo tiempo posible. Eso y la adrenalina hicieron el resto.

El golpe fue duro aunque viendo la caída, la abrasión que sufre en una mano y el golpe en la nariz parece poco para lo que podía haber sido. Como es normal en estos casos, el casi despedirse del Mundial hace mucho más daño que las heridas físicas.

Sin Lorenzo, la carrera fue un paseo para Valentino Rossi. No ganó la carrera porque no lo necesitaba. Casey Stoner se acerca al piloto que fue, ganó con total merecimiento en Phillip Island, pero no se puede obviar que no tuvo enfrente a un Rossi con necesidad. La diferencia entre ser primero y segundo es sólo de cinco puntos y Valentino no necesitaba emplearse a fondo. Siguió sin problemas la estela de Stoner y pudo pasarle varias veces pero prefirió no hacerlo consciente de que Stoner vendería cara la derrota y esas peleas, en las que tanto disfruta, quedan mejor para otro día.

El australiano venció en su feudo y aún conserva esperanzas de ser segundo en el campeonato del mundo. Remotas, eso sí. De hecho, la distancia respecto a Jorge Lorenzo -37 puntos- es casi la misma que existe entre el español y Valentino Rossi -38-. Restan dos carreras y parece difícil que se alteren las tres posiciones de honor. A entrar en esa foto aspira Dani Pedrosa, tercero en Phillip Island, aunque la sensación de inferioridad de su Honda ante Yamaha y Ducati no le haga ser demasiado optimista en lo que resta de temporada. Pilota muy fino, pero la moto no va para más.

A la conclusión de la carrera Lorenzo declaró que tenía "bastante asumido que no se podía ganar el campeonato". "Lo que más me preocupa es la salud, lo que me molesta más es que me he hecho daño en el dedo y en la nariz, el campeonato ya tenía bastante asumido que no se podía ganar", admitió.

El mallorquín señaló que la caída fue culpa suya. "Ha sido un error totalmente mío. Después de salir bastante bien me he pegado a Hayden (Ducati), no me esperaba que frenara tan pronto y literalmente me lo he comido", expresó.