Catalá y Trashorras declinaron por imposición del club la invitación de los periodistas para hablar del incidente. El lucense, de hecho, abandonó a todo prisa las instalaciones de A Madroa no sin antes señalar que nada sabía de lo ocurrido.

Sí se refirieron a lo sucedido uno de los capitanes, Francisco Noguerol, y Roberto Lago pero no arrojaron nueva luz sobre el asunto. Ambos declararon, de hecho, que cuando alcanzaron el túnel del vestuario de Balaídos la tangana se estaba ya disipando.

El capitán celeste no dudó en calificar el incidente de "desagradable" y de impropio entre compañeros. "Todo lo que ha pasado es muy desagradable fuera quién fuera el que inició todo. Al final somos compañeros y son situaciones que afortunadamente no suelen verse mucho, salvo en algunas repúblicas bananeras de por ahí adelante. Esperemos que no se vuelva a repetir porque son imágenes muy desagradables", subrayó.

Declaró que llegó al final de la trifulca y no pudo ver lo sucedido pero aclaró que entró en el túnel justo detrás del trío arbitral y precisó que lo que conocía del incidente es lo que le habían contado sus compañeros.

En todo caso, Noguerol defendió la inocencia de David Catalá y criticó la redacción del acta arbitral. "Lo más grave y triste del asunto es que se sancione a una persona que no ha intervenido en el problema. Yo no lo sé, pero parece que Catalá no ha estado en el asunto salvo para separar a los que han intervenido en la pelea, como también hicieron otros futbolistas", destacó.

El defensa central no quiso pronunciarse si la supuesta triculca se debió a un pique durante el partido o a un ajuste de cuentas de la pasada temporada. "Yo no sé si viene de antes o no, eso hay que preguntárselo al que ha iniciado el problema. Yo he visto un partido normal y desconozco si viene de antes o no", dijo Noguerol, que calificó los hechos como un incidente entre personas. "Afortunadamente las instituciones están muy por encima de todo esto. Se trata de un problema entre seres humanos", apuntó.

El lateral Roberto Lago esgrimió un discurso muy parecido al de su compañero. Llegó también cuando la pelea se disipaba "porque venía tranquilamente hablando con [el ex céltico] Fernando Sales". Lago admitió que alcanzó a ver lo suficiente para comprobar la inocencia del segundo técnico del Celta, Carlos Hugo Bayón, también involucrado en la trifulca por el árbitro. "No dijo nada de lo que pone el acta. Sólo preguntó que quién era el valiente que le había golpeado", indicó.