El Celta no dispone de pruebas gráficas con las que sostener con más fuerza la alegación que hoy presentará ante el Comité de Competición que analizará el altercado del sábado en el túnel de vestuarios de Balaídos, en el que el árbitro involucró a Catalá y a García Bayón, por parte céltica, y a Notario, por el Albacete.

Para refutar el acta del colegiado, el escrito del club vigués se fundamentará en la decena de testimonios –entre ellos el delegado del Albacete– que niegan la intervención del zaguero en la pelea de la que el portero del conjunto manchego salió malparado y en la que el segundo entrenador celeste tampoco profirió insultos graves sino que fue objeto de una agresión al intentar poner paz.

Los servicios jurídicos del Celta tratan de demostrar que Catalá no participó en la trifulca que se originó una vez finalizado el encuentro, por lo que no puede ser culpable de los hechos que se le imputan. Es más, en la alegación se deja constancia que los colegiados no pudieron identificar a los participantes en la pelea porque llegaron dos minutos después de que ésta se hubiera producido.

El Celta no pudo conseguir las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de Balaídos, bajo control policial, pues es necesario un mandato judicial para utilizar las mismas. Según el club, con estas pruebas gráficas se podría desmontar el relato de los hechos realizado por el árbitro Piñeiro Crespo, quien en el acta explica que en la pelea participaron Catalá y Notario, y que el portero sufrió un hematoma en el rostro.

Las cámaras de la UCO (Unidad de Contro Operativo) no recogen el momento de la reyerta, ya que se produjo en un punto muerto, pero sí el momento que Catalá pasa por allí tras el incidente, así como que García Bayón tampoco se dirige a Notario cuando se levanta tras el golpe recibido en la parte posterior del cuello. Asimismo, esas imágenes constatan que el cuarteto arbitral alcanza el túnel de vestuarios alrededor de dos minutos después de la pelea. Y esos serán los argumentos, sin documentos gráficos, que el Celta expondrá para evitar que a Catalá le sancionen con entre 4 y 12 partidos por algo a lo que fue ajeno.

Pepe Murcia se disculpa por los insultos

El entrenador del Albacete Pepe Murcia, pidió públicamente ayer disculpas al periodista gallego al que insultó el pasado sábado en la rueda de prensa posterior al partido de Balaídos. "Mi intervención y mis palabras fueron desacertadas (llamó "imbécil", "bobo" y "soplapollas" a un corresponsal del As en Vigo), de mal agrado y mal entonadas", comenzó Murcia, quien añadió que, "aunque estaba cargado de razones, las formas me hicieron perderlas". La polémica surgió después de que Murcia considerase que ese diario habían tergiversado unas declaraciones suyas en otro medio.

Según el técnico cordobés, las palabras que pronunció y que recogieron diversos medios de comunicación no son tan agresivas: "Si veis el vídeo de la rueda de prensa hasta en los gestos se ve que no son tan llamativas como parece en las declaraciones", afirmó.

"Antes de que opinéis de lo que hablé os pediría que visionarais el vídeo entero porque con los gestos y las posturas me entenderíais mucho mejor", añadió. Pese a defender que el hecho no fue tan grave, Murcia reiteró su equivocación y prometió que "no pasará nunca más mientras sea entrenador del Albacete", para asegurar que "nunca antes me había pasado en mi carrera deportiva".

Sobre su figura pública, intentó enmendar sus palabras y comento que "yo representaba al Albacete y no era el momento ni el lugar adecuado. Tendría que haber esperado para haber arreglado mis diferencias con esta persona fuera de micrófonos".

El club llama a capítulo al técnico y al meta

En la mañana de ayer, el presidente del Albacete llamó a Murcia y a Notario para que explicasen lo sucedido durante su visita a Vigo, donde dejaron muy mala imagen del equipo manchego con unas declaraciones inadecuadas, por parte del técnico, y un comportamiento incívico, del portero, que el curso pasado jugó en el Celta.