El Celta quiere adelantarse a la decisión que el Comité de Competición pueda adoptar el martes sobre los incidentes del sábado en el túnel de vestuarios de Balaídos. El club vigués prepara una alegación sobre el contenido del acta arbitral, en la que se señala que David Catalá fue protagonista de la múltiple pelea en la que el portero del Albacete Antonio Notario sufrió un hematoma en la cara.

En Praza de España señalan que el colegiado se equivocó al relatar los hechos porque aseguran que el zaguero céltico se dedicó exclusivamente a separar a los contendientes de los dos equipos, no a pelearse. El árbitro, sin embargo, escribe en el acta oficial del partido que al finalizar el mismo, y cuando se hallaban en el túnel de vestuarios, "pudimos observar cómo Catalá y Notario se golpeaban en la cara, mientras eran separados por sus compañeros". El escrito concluye con un balance de daños: "El delegado del Albacete nos entrega un parte médico en el que hace constar que Notario presenta un hematoma en su cara". Se recogen también unos supuestos insultos del segundo entrenador del Celta, Carlos Hugo García Bayón, a Notario, que el colaborador de Eusebio niega.

El Celta está en desacuerdo con lo reflejado por el colegiado en el acta, por lo que ha decidido adelantarse a los acontecimientos y prepara una alegación que enviará mañana a primera hora para que el Comité de Competición la tenga en cuenta antes de dictar resolución sobre los incidentes de Balaídos.

En este tipo de sucesos, el organismo deportivo se dedica a analizar casi exclusivamente lo reflejado en el acta arbitral, por lo que Catalá y Notario podrían ser sancionados con entre cuatro y doce partidos de suspensión. A ellos, el defensa del Celta tendría que sumar el correspondiente por acumulación de tarjetas amarillas, después de que el asturiano Piñeiro Crespo le amonestase el sábado por derribar a un contrario.

Si no prosperase la alegación, el Celta tiene previsto presentar un recurso ante el Comité de Apelación porque considera injusto que a Catalá se le castigue por unos incidentes en los que no ha participado. Alrededor de una decena de personas, según el club, pueden testificar a favor del futbolista.

Como apuntaban ayer varios testigos, el cuarteto arbitral llegó al lugar de la pelea cuando ya finalizaba la misma. Según estas fuentes, Notario y dos compañeros del Albacete se quedaron esperando en el túnel de vestuarios a Trashorras, con el que el cancerbero no mantenía muy buena relación desde su etapa en Vigo y al que el sábado le reprochaban que intentase importunar a Salva cuando éste se disponía a lanzar el penalti que detuvo Falcón.

Queriendo saldar diferencias a golpes, el centrocampista céltico fue agarrado por el cuello, mientras Notario le amenazaba con el puño en alto, a lo que Trashorras respondió golpeando al portero catalán en el rostro.

Los insultos y los empujones se sucedían mientras gran parte de los presentes trataban de separar a los contendientes y llevar la paz a un ambiente que se había caldeado durante un partido que se caracterizó desde el primer momento por las brusquedades y las marrullerías.

Uno de los testigos fue García Bayón, que ayer recordaba lo sucedido: "Cuando me dirigí al túnel de vestuarios ya vi que había jugadores del Albacete esperándonos. Cuando se forma el lío traté de separarlos y me dieron un puñetazo por detrás. Caí al suelo y cuando me levanté es cierto que elevé la voz, pero en ningún momento me dirigí a Notario en los términos que señala el acta. Es rotundamente falso que le amenazara de muerte". Un fisioterapueta del Celta también encajó algún golpe.