El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, reconoció ayer que el presidente del Barça, Joan Laporta, le llamó el pasado verano “imbécil en reiteradas ocasiones” durante una conversación personal y añadió que “el Barcelona no es Laporta, el Barcelona somos mucha gente”. Antes de participar en un acto oficial en Mérida, Vara explicó que el pasado verano, tras un artículo suyo en un diario deportivo nacional en el que afirmaba que en muchas ocasiones los barcelonistas de fuera de Cataluña no se sienten representando por él, tuvo una “conversación en tono elevado” con el presidente barcelonista.

“Se produce una conversación en un tono elevado, es verdad que existen algunos descalificativos. No es verdad lo de ‘barcelonista de mierda’ y sí lo es que utiliza la palabra imbécil en reiteradas ocasiones”.

Vara añadió que cuando se da cuenta de que es Laporta “porque al principio pensaba que era una broma”, le dijo que retirara las palabras y como no lo hizo dio la conversación por terminada: “Corté y hasta hoy”.

Recordó que el artículo no era “ofensivo” sino “bastante respetuoso” y en él apeló a su libertad de expresión “de poder decir, sencillamente, lo que pensaba”. Fernández Vara subrayó en el artículo: “Lo que hacía era ponerle a él en valor pero manifestando que, en muchas ocasiones, los que somos de fuera de Cataluña no nos sentimos representados”, a lo que añadió: “el Barcelona no es Laporta, el Barcelona somos mucha gente”.

“Ni el señor Laporta representa a Cataluña ni estaba hablando con el presidente de la Junta de Extremadura sino con una persona a la que conocía y que hemos tenido un afecto mutuo durante mucho tiempo, lo que se ha roto”.

Contó que hace unos días se le ofreció “hacer pública esa conversación” y dijo que no, por lo que aseguró que no fue él quien la contó “porque, además, no es una conversación que se produzca entre el presidente del Barça y el de Extremadura sino entre dos personas que se conocen y que hasta entonces tenían una buena relación personal”.

Según Fernández Vara, la charla “tenía más que ver con mi condición de aficionado a un equipo que con mi representatividad institucional, lo que es importante que se tenga en cuenta”. También manifestó su “sorpresa” por la difusión de la conversación, a lo que añadió: “Yo no he comentado nada”.

Espionaje

Por otra parte, los informes de los cuatro vicepresidentes del Barça encargados por el club y que en un principio se habían efectuado para preservar la seguridad de los mismos, no tienen que ver con este aspecto, sino con cuestiones empresariales y patrimoniales, analizadas en clave electoral, según la prensa catalana.

Después de que El Periódico de Catalunya difundiera que cuatro vicepresidentes del Barça (Jaume Ferrer, Joan Franquesa, Joan Boix y Rafael Yuste) estaban siendo investigados a cargo del club, el director general del Barça, Joan Oliver, explicó que se trató de “una auditoría de seguridad” para “proteger” a los directivos, después de que uno de ellos tuviera indicios de que estaba siendo seguido.

Sin embargo, nuevos datos aportados por el citado periódico desmontan esta teoría, al afirmar que los informes, por los que el Barça pagó 56.000 euros, se limitan “a cuestiones empresariales y patrimoniales de los investigados”.

En algunos casos se detallan contenciosos judiciales que podrían tener efectos negativos con vistas a la opinión pública, en unos informes elaborados principalmente para calibrar las posibilidades electorales de los cuatro vicepresidentes investigados con vistas a la cita electoral del año próximo.