Joao Fernando Nelo, Fernando Baiano para el siglo, había limitado hasta el momento sus actividades futbolísticas a los límites de la cancha. Ahora accede al fútbol de despacho. El delantero es uno de los ex célticos que ha capitalizado la deuda que el club mantenía con él. Aclara que su único objetivo con esta maniobra es "cobrar el dinero", si bien admite la posibilidad de una futura colaboración profesional con su antiguo club.

Baiano juega desde hace dos temporadas en los Emiratos Árabes. Aunque alejado del fútbol de elite europeo, se siente feliz. El año pasado se proclamó máximo goleador y mejor jugador del campeonato en las filas del Al-Jazira Sporting Club. Traspasado al Al Wahda FC, el campeonato también ha arrancado con fortuna para él. A eso suma los petrodólares que engordan su bolsillo y un ritmo de juego adecuado para su delicada rodilla. Por lo demás, "yo me adapto bien a todos los lugares".

También en Vigo estuvo cómodo. Lo fichó Félix Carnero para el regreso a Primera con Fernando Vázquez. Se lo arrebató al Deportivo en una especie de juego de contraespionaje. Baiano enamoró a Balaídos con su talento y fue uno de los artífices de la clasificación para la UEFA. Su rendimiento menguó igual que el colectivo al año siguiente y en el traumático verano de 2007 fue traspasado al Murcia.

En Vigo se dejó amigos y 255.000 euros. Los que el Celta todavía le debía en el momento de entrar en el proceso concursal. Como los demás acreedores, a Baiano se le han presentado varias opciones en el plan de viabilidad. Y ha escogido la de capitalizar su deuda por consejo de Pablo Viana, el ex asesor legal del club que ha congregado a otros (Contreras, Sales y sobre todo Placente) hasta reunir un total de 3,5 millones en títulos.

"Yo lo que quiero es el dinero y no las acciones", confiesa con sinceridad desde su paraíso arábigo. "Guardo un cariño muy especial para el Celta, pero creo que merezco que me paguen".

El ariete no descarta alcanzar alguna clase de acuerdo con la directiva. "Tengo la esperanza de cobrar algún día. Espero que el club haga un esfuerzo. Ese dinero me pertenece".

Pero este grupo sindicado asume que a corto plazo será difícil convertir en metálico sus acciones. El plan es acceder al consejo de administración y controlar desde allí a los gestores de la entidad. Baiano prefiere permanecer ajeno a estas maniobras, aunque volver a estar vinculado al Celta le resulta especial: "De momento, espero seguir jugando durante un par de años. Pero si el club tiene interés de contar conmigo en el futuro de algún modo estaré encantado".