La candidatura olímpica de Río de Janeiro para 2016 presentó el proyecto más caro de entre las cuatro aspirantes, acorde con las necesidades de desarrollo del país y con el tamaño de esta gran urbe brasileña que supera los seis millones de habitantes.

La onerosa factura asciende a 13.920 millones de dólares, a precios contables de 2008, de los cuales un 72% corresponde al presupuesto destinado a acometer las numerosas obras de infraestructura necesarias, incluyendo las costosas reformas del aeropuerto y el metro.

La candidatura carioca ha presentado garantías plenas para pagar el alto precio de los Juegos, que han sido asumidas a partes iguales por el Gobierno central, el regional y el Ayuntamiento de Río.

El presupuesto operacional suma 2.820 millones de dólares y será financiado en parte por el COI (31%), patrocinadores (20%) y venta de entradas (14,4%), porcentaje que equivale a apenas 406 millones de dólares, los menores ingresos en taquilla de entre las cuatro propuestas.

Los organizadores esperan vender 7,1 millones de boletos, una cifra también baja, a pesar de que el precio estará subsidiado y rondará los 36 dólares de media por espectáculo.

En el capítulo de infraestructuras, la candidatura brasileña pretende gastar 11.100 millones de dólares, que corresponden a obras de transporte (50%), saneamiento (12%), energía (8%), seguridad (7%), instalaciones deportivas (4%), villa olímpica (4%), otras villas (8%) y centro de medios (2%), entre otras.

En el apartado deportivo, Río'2016 contará con 33 instalaciones, diez de las cuales ya están terminadas y no necesitarán reformas fundamentales, ocho serán reformadas, nueve serán construidas de cero y además se instalarán otras seis estructuras temporales.

La Villa Olímpica contará con 32 edificios de doce plantas con capacidad para 17.700 camas, que permitirá alojar a la mitad de deportistas a menos de diez minutos a pie de sus centros de competición.

No obstante, tanto la Villa como la mayoría de instalaciones están ubicadas a unos 35 kilómetros de la principal área hotelera, en los barrios turísticos de Ipanema y Copacabana, donde se alojará la gran mayoría del público.

Las enormes distancias presentan todo un desafío para el sistema de transporte que, si no funciona a la perfección, podría crear problemas críticos, según el informe de evaluación del COI.

Legado

Por ello, se ha diseñado un costoso programa de mejorías, que supondrá un importante legado para la ciudad y que, en gran medida, se ejecutará aunque Río no logre los Juegos.

La base del sistema de transporte residirá en 70 kilómetros de carriles dobles exclusivos para autobuses, todavía por construir, que costarán 1.230 millones de dólares, y que apoyarán los 300 kilómetros de carriles que serán reservados para la libre circulación de los vehículos de la "familia olímpica".

Además, se terminará la carretera de circunvalación de Río (600 millones), se ampliarán y remodelarán el metro y los trenes de cercanías (1.310 millones), se renovará el parque de vehículos de estas líneas (1.350 millones) y se ampliará el aeropuerto internacional (400 millones).

La oferta de alojamiento garantiza 13.000 cuartos de hotel, 25.000 en villas de nueva construcción, 8.500 en seis cruceros anclados en el puerto y 1.700 apartamentos.

El COI ha puesto en duda las garantías presentadas para los cruceros y apartamentos y además, ha alertado sobre los riesgos financieros en la construcción de las villas de medios.

La mayor de ellas, cercana a la Villa Olímpica y el núcleo central de los Juegos, albergará a 15.000 profesionales en apartamentos dobles de tres estrellas.