El Balonmano Ciudad Real firmó un amplio triunfo en casa ante el Pilotes Posada Octavio, por 38-30, que le sirve par consolidarse en lo más alto de la clasificación de la Liga Asobal. El equipo académico, no obstante, dejó en el Quijote Arena una buena imagen, sobre todo en un arranque de encuentro fulgurante. La lógica se impuso al final por la mayor calidad de los manchegos, que también tuvieron de su parte a los árbitros. Señalaron cinco exclusiones y todas en contra de los académicos.

Los de Talant Dujshebaev no vivieron un cómodo inicio de partido por culpa del acierto del conjunto visitante, traducido en los goles de Novica Rudovic, que se fue hasta los siete. De hecho, la superioridad del Ciudad Real no fue tal hasta el descanso, ya que antes el marcador daba ventaja a su rival (11-16, min. 21). Fueron momentos de excitación en el Pilotes Posada, que llegó a soñar con que dar la campanada era posible.

El Ciudad Real no había ofrecido la imagen a la que acostumbra debido a los desajustes defensivos, que dieron demasiadas alas al Pilotes. Fue entonces cuando Roberto García Parrondo apretó el acelerador hasta el fondo para igualar la contienda. El final del primer tiempo se llegó con 21-19 para los locales.

La segunda mitad se inició con un parcial de 2-0 en los primeros 2 minutos, con lo que el Ciudad Real se situó 4 arriba (23-19). Entre el extremo madrileño Parrondo y Egor Evdokimov, que estuvo pletórico en los lanzamientos a puerta, el Ciudad Real volteó el electrónico para poder disfrutar de un plácido final de partido (38-30), que certificó su quinta victoria en otros tantos encuentros. El Pilotes, que viajó asumiendo la derrota, regresa a casa con su ánimo recuperado del último tropiezo en casa.