Un cambio en el sistema de juego es la primera consecuencia que puede acarrear en el Celta el varapalo recibido en la última jornada de Liga ante el Hércules. Eusebio ensayó en el entrenamiento de ayer con un equipo con doble pivote, al que seguramente añadirá alguna novedad en el once que el sábado se enfrentará al Recreativo de Huelva en el Nuevo Colombino, a partir de las seis de la tarde.

El técnico meditaba estos días aplicar alguna medida de choque para romper la dinámica negativa que ha seguido el grupo desde el primer partido del campeonato, y que le ha llevado a la penúltima posición tras sumar dos de los quince puntos disputados.

La pobre imagen que el cuadro vigués ofreció en la media hora final frente a los alicantinos puede suponer la renuncia al 4-3-3 que Eusebio ha manejado con insistencia desde que firmó por el Celta, aunque la temporada pasada lo dejó de lado con la intención de encontrar soluciones ante la mala racha de resultados y volvió a recuperarlo esta pretemporada.

La decisión de trabajar con el 4-2-3-1 llega después de abrirse un debate entre técnicos y futbolistas debido al último descalabro liguero. Bustos y Garai han sido la pareja elegida por Eusebio para poner en práctica este sistema táctico, con el que el Celta se sintió muy identificado en el pasado. Trashorras adelanta su posición y se sitúa como media punta.

Esta estrategia le da mayor fortaleza defensiva al equipo, que cede posesión de balón a cambio de poder jugar al contraataque y aprovechar errores del contrario.

La plasticidad que tanto gusta a Eusebio se resiente, pero ahora se trata de buscar eficacia, como ayer reconocía David Catalá, a quien no le disgusta la propuesta, aunque advierte que no es seguro que se utilice en Huelva: "Hoy hemos tenido la primera toma de contacto y tampoco hablamos mucho sobre este nuevo sistema".

El zaguero catalán reconoce que con dos pivotes la defensa se siente más protegida y que el equipo cuenta normalmente con superioridad numérica al replegarse. "Se tienen que buscar soluciones y, bueno, estamos mirando hacer algunos retoques. Pero lo más importante es la actitud que debemos tener" los jugadores, apunta, para admitir que en el vestuario se han planteado "cuatro o cinco retoques" para cambiar el rumbo. Entre ellos, destaca, "que hay que estar más ordenados".

Catalá insiste, no obstante, en la actitud del equipo, ya que en las cuatro primeras jornadas todos acabaron satisfechos por la buena imagen que ofreció el equipo, a pesar de lograr solamente dos empates. "Ahí están dos puntos en cinco partidos y lógicamente no estamos haciendo las cosas todo lo bien que querríamos. Creo que es positivo algún cambio, pero más que nada lo importante es nuestra mentalidad: ir adelante, tener menos miedo que nunca y salir a ganar sin ningún tipo de temor ni de complejo", incidió.

"En estos partidos, hemos llevamos el peso del juego y hemos acabado perdiendo. A lo mejor, hemos de optar por otro juego, estar más seguros, y cambiando estas tres o cuatro cosas a ver si mejoramos. Este es nuestro objetivo", apuntó el defensa céltico.

Si se cumplen los cambios en la pizarra de Eusebio, el Celta recuperará el dibujo que con más asiduidad utilizó durante el pasado curso y el que le proporcionó mayores beneficios. El conjunto vigués sumó 16 puntos en doce encuentros de Liga, incluyendo las tres derrotas consecutivas en el inicio del campeonato. El vallisoletano también se decantó por un defensivo 5-3-1 cuando se extendió el miedo a un posible descenso a Segunda División B.