Marin Cilic, un croata de origen Bosnio, que en septiembre sobrepasará los veinte años, dinamitó el Abierto de Estados Unidos, y borró al británico Andy Murray (7-5, 6-2 y 6-2), finalista del año pasado, de la relación de aspirantes al título.

La raqueta balcánica, guiado por las directrices que dispuso el juego de Goran Ivanisevic, que llegó a triunfar en Wimbledon, mantenidas por generaciones posteriores lideradas por Ivo Karlovic y Mario Ancic, entre otros, alcanzó por primera vez en su carrera los cuartos de final de un Grand Slam.

Adolece de experiencia el tenista de Medjugorje, un talento pendiente de explotar, sin gran pedigrí aún dentro del circuito, a pesar de ser ya el 16 del mundo

Con el desparpajo que auxilia el carácter balcánico Cilic afrontó el partido que dinamitó. Murray fue incapaz de salir airoso de la presión que le persigue y así, el ansia por explotar en un Grand Slam, mérito del que aún adolece su historial, le puede.

Murray fue incapaz de hacer frente al croata, que nunca perdió su saque y que quebró el de su rival en cinco ocasiones. No pudo levantar el partido el escocés, sometido al empuje rival en un momento histórico.

La derrota de Murray deja en el aire el puesto de número dos del mundo, que puede volver a pasar a manos de Rafael Nadal si gana su partido esta madrugada ante el francés Gael Monfils y llega a los cuartos de final.

El revés del británico, finalista el pasado año, alienta la perspectiva del resto de jugadores que circulan por ese lado del cuadro. Además de Nadal, también el del argentino Juan Martín del Potro, que terminó con el sueño de Juan Carlos Ferrero (6-3, 6-3 y 6-3).

El valenciano, en plena irrupción en el curso, no pudo contrarrestar el gran acierto del sudamericano con el saque que firmó 22 servicios directos el tenista de Tandil, que ya está en donde se estancó el pasado año.

"La diferencia que vi fue en el saque. El resultado no muestra la lucha que hay en el partido. Todavía estoy un poco lejos del nivel de ellos, de los diez primeros. Pero estoy en el camino", señaló Juan Carlos Ferrero, que no se reencontrará con el escocés y que repite presencia en cuartos.

Puede que su ausencia del equipo español de la Copa Davis, que se enfrentará a Israel el próximo fin de semana en Murcia, haya formado parte de la languidez en la pista que formó parte del semblante del valenciano. El capitán, Albert Costa, le dejó fuera del cuarteto a pesar de resultar clave en la eliminatoria anterior. En plena resurrección.

El cuadro femenino sigue sometido al asombro que provoca el retorno de Kim Clijsters. La belga, que afrontó el torneo escéptica ante sus posibilidades tras sus dos años retirada de la competición, invitada por la organización, alcanzó ya las semifinales del Abierto de Estados Unidos tras superar a la china Nali, decimoctava favorita, por 6-4 y 6-2.

La ganadora del 2005 no padeció contratiempos en el duelo ante una adversaria a la que ya había batido, en activo, en tres de las cuatro ocasiones en las que habían coincidido.

Aún sin ránking WTA y con la mirada realmente fijada en el próximo año, la tenista de 26 años, que regresó en agosto, se ha ganado un lugar entre las aspirantes por méritos propios. En cuartos de final superó a la francesa Marion Bartoli, la estadounidense Venus Williams, tercera favorita, y ahora a la china Li. Jugadoras ya reputadas en la competición femenina.

Las semifinales del Abierto de Estados Unidos pueden abocarla, ahora, a un duelo contra la vigente campeona, Serena Williams, si supera su compromiso ante la italiana Flavia Pennetta