Natalia Rodríguez, descalificada tras ganar la final de 1.500 metros de los Mundiales de Berlín, se pasó gran parte de la noche llorando, hasta el punto de que piensa que ya no le quedan lágrimas.

Pero aún le quedaba alguna. Momentos antes de despegar con rumbo a España, en medio del silencio del pasaje, una voz gritó a pleno pulmón: `Natalia, campeona!, y toda la delegación española estalló en un aplauso que emocionó a la tarraconense.

Era la voz de Nuria Fernández, que compartió con ella la carrera y que ganó un puesto, del quinto al cuarto, con la eliminación de Natalia aunque ella la sigue considerando campeona mundial, igual que el presidente de la Federación Española, José María Odriozola: "para mí Natalia sigue siendo la campeona", dijeron ambos.

Como Natalia, Nuria apenas si ha podido conciliar el sueño esta noche. "Me da igual el cuarto puesto. Yo he sido quinta y Natalia campeona".

La atleta española también ha llorado hoy en el aeropuerto de Madrid-Barajas abrazada a su compañera Nuria Fernández, y ha reconocido a los medios que lo "ha pensado más fríamente" y que la "maniobra" que le costó perder la medalla de oro en la carrera de los 1.500 "fue arriesgada".

La corredora ha comentado también que en el momento en el que cayó al suelo la etíope Gelete Burka supo que había riesgo de descalificación.

"Estoy decepcionada conmigo mismo porque en el fondo creo que me equivoqué de táctica", ha declarado la deportista al llegar al aeropuerto de la capital española, procedente de Berlín, donde han tenido lugar los Mundiales de Atletismo.

Nuria Fernández ha considerado que había llegado en muy buen estado de forma y que tenía que haberlo aprovechado de otra manera "y en la recta final haber adelantado por fuera".

También ha dicho que entiende que la Federación Española no haya interpuesto un recurso por su descalificación, ya que "en el momento en el que te metes por dentro te expones a que haya problemas".

La corredora ha confesado que se le ha quedado clavada una espina, pero que cree que sabrá mantener la "cabeza fría" para los siguientes campeonatos que le esperan, y ha admitido que vivió un momento "muy duro" cuando empezaron a pitarla en el estadio:"No sabía donde meterme".

Después de sus declaraciones a los medios se ha ido a despedirse de Nuria, y al abrazarse, las dos atletas no han podido contener la emoción y se han puesto llorar.

En ese momento, Nuria Fernández, que ha quedado cuarta en la misma prueba, tenía cogida en brazos a su hija pequeña.Los pasajeros que había en el aeropuerto las han aplaudido.

Por su parte, Nuria ha manifestado que ha sido una semana de "mucha tensión" y de "mal sabor de boca" por una descalificación, que "no nos podíamos creer.Estábamos en estado de shock".

"He quedado cuarta por lo que ha pasado, pero hubiera preferido quedar quinta y que Natalia fuera la campeona, que es lo que se merece".

En su opinión, si la etíope no se hubiera caído, no hubiera pasado nada.