El Celta cedió su tercera derrota de la pretemporada frente al Compostela, un displinado adversario que planteó al grupo de Eusebio, muchos de los problemas que se va a encontrar muy pronto en la Liga y batió con justicia a los celestes con las armas del humilde: disciplina defensiva,rigor táctico pero también gracias a una estimable pegada.

En esta prueba previa al duelo frente al Sporting en el Trofeo Ciudad de Vigo Eusebio apostó por un once algo más experimentado que el que firmó tablas hace unos días en Lugo. La presencia de canteranos fue de nuevo numerosa aunque con algún avezado refuerzo. El técnico céltico apuntaló la defensa con Ortega y Catalá y dio la alternativa a Pedro Botelho en el costado izquierdo. En la medular repitieron Vila, López Garai, esta vez desplazado al costado derecho, y Alex en el flanco zurdo. En realidad, sobre el terreno, el habitual 4-3-3 se difuminó en un dibujo deslabazado, con el porriñés y el vasco intercambiando sus posiciones y el chico del filial algo más adelantado, casi coindidiendo con la tripleta atacante integrada por Pedro, Uru y Cristian. El experimento no funcionó. Al Celta le costó trabajo hacer fluir la pelota y se enredó con sorprendente ingenuidad en la disciplinada red de centrocampistas que tejió el Compostela. El balón no le duraba en los pies a los celestes el tiempo suficiente para hilvanar jugada y al Compostela le bastó con agazaparse y mantener el orden para desactivarlo. A López Garai se le vio incómodo y menos participativo cerca de la banda y hubo errores de cálculo en la recuperación que ofrecieron oportunidades al adversario.

Tampoco la defensa funcionó y el Celta pagó de nuevo una elevada factura por su falta de coordinación en las acciones con la pelota detenida. Así llegó, a la media hora, el primer gol del Compostela,obra de Jesús. El lateral blanquiazul cabeceó a a la red sin oposición un buen centro de Iván desde el costado derecho. Hasta entonces el choque había discurrido con yermo dominio de los celestes y mayor sensación de peligro de los compostelanos, que ya pudieron adelantarse a los tres minutos en un remate de Iván.

La acción más interesante del Celta, al margen de algún detalle de clase del joven Hugo Mallo, la protagonizó Cristian. El canterano recibió el balón de la banda contaria, ganó la línea de fondo y dejó atrás muerto el balón a Alex, que chutó ligeramente desviado a la izquierda de Pablo.

La ruleta de cambios de Eusebio tras la reanudación no mejoró las prestaciones del Celta. Ingresaron en primer lugar Trashorras, Joselu y Saulo y más adelante el resto de la artillería. Pero el Compostela, que también mudó por completo sus efetivos, no perdió el orden y desarboló a los célticos a la contra, primero tras una error de la zaga que dejó a Kelvin ante Sergio y poco después con un formidable disparo de Claudio desde 45 metros que sobrevoló al descolocado meta céltico y se coló por la escuadra.

La expulsión de Roberto Lago minutos después por proestar una falta a Trahorras condenó definitivamente al Celta. En inferioridad, los célticos se estrellaron una y otra vez contra un muro y permitieron al rival, que gozó de varias oportunidades incrementar su cuenta, proyectarse a la contra. Las posteriores expulsiones de Catú y Trashorras deslucieron un tramo final innecesariamente bronco.