Este joven vigués de 24 años y licenciado en INEF, lleva el fútbol en las venas. Comenzó jugando en el Alerta Traviesas hasta que dio el salto al Areosa de División de Honor. Pontevedra B, Céltiga y Rápido de Bouzas en Tercera fueron sus últimos equipos antes de dedicarse por entero a la labor de enseñar. Tras conseguir el ascenso con el Rápido de Bouzas a División de Honor, ahora preparaba la temporada con el Pontevedra en la máxima categoría del fútbol juvenil cuando llegó la llamada que cambiar su vida.

"Es cierto", apuntó Rubén, "que en un principio la llamada me sorprendió un poco, pero todo viene de cuando hice un máster en Madrid. Allí estuve con un chico que pertenecía a la Secretaría Técnica de Valencia y congeniamos muy bien. En aquel momento me dijo que le gustaba mucho mi forma de trabajar y de planificar la temporada y que iba a proponerme para ir a trabajar con él a Valencia. Hace cuatro o cinco días recibí una llamada haciéndome la propuesta. Estoy tremendamente ilusionado con este nuevo reto".

El nuevo técnico de las categorías inferiores del Valencia reconoce que "es una oportunidad que no se puede dejar escapar. Tanto es así que ya habíamos comenzado a preparar la temporada con el Pontevedra juvenil y en el momento en el que se lo comuniqué al club todo fueron facilidades para irme a Valencia. Reconocieron que es un club grande con unas categorías inferiores muy potentes y vamos intentar hacerlo bien".

Las facilidades para trabajar es otro de los aspectos que animó a este joven deportistas para afrontar esta aventura. "Está claro que para cualquier entrenador ya no es solamente disponer de buenos jugadores, que es muy importante y allí se van a tener, sino disponer de unos recursos materiales que te permitan sacar el máximo rendimiento y optimizar todo lo que puedas entrenar. De nada vale tener muy buenos jugadores si no tienes un buen campo, sino dispones de material y, sobre todo, sino dispones de buenos recursos humanos".

A la hora de saber lo que les pide a sus equipos, Albés quiere que sus equipos "sean protagonistas con un fútbol ofensivo, vistoso pero a su vez que tengan mucho orden. Como se suele decir jugar bien y el orden está reñido y es todo lo contrario. Para jugar bien hay que estar colectivamente muy bien entrenados, muy bien ajustados y eso creo que es lo más importante".

Rubén Albés marcha de su ciudad natal lleno de recuerdos, quizás "el mejor momento, por todo, ha sido el ascenso con el Rápido de Bouzas. Fueron muchas cosas, la buena sintonía que teníamos los entrenadores, por el buen grupo que nos encontramos y la forma que aceptaron nuestra manera de trabajar y con todo lo que lleva un ascenso que son las partes más bonitas del fútbol".

A la hora de despedirse no hablar con rencor ya que reconoce que "el fútbol gallego, salva alguna excepción, no permite vivir del fútbol a nivel de entrenador y sí en otras comunidades están mucho más valorados desde la sociedad. Estamos en un momento de crisis en la que todo el mundo apuesta por la cantera y ahora es el momento en el que deberían hacerlo de verdad, poniendo los medios materiales y económicos para que salgan jugadores".