La plantilla del Gestibérica Ciudad de Vigo Básquet, en un “ejercicio de responsabilidad” según describe su entrenador, ha decidido levantar la huelga. Los jugadores, que ayer disputaron un amistoso en Ourense, se comen las doce horas de carretera hacia Barcelona para cerrar mañana la temporada regular ante el Prat Joventut. También jugarán los encuentros del play off de ascenso. Defenderán la camiseta roja pese a que la directiva ni resuelve las deudas ni les anticipa una solución.

Miembros de la directiva se reunieron ayer con los jugadores y el cuerpo técnico. Importaba sobre todo lo que tuviese que decir Pepe Conde, que es el “motor económico” del club. Pero no hay novedades en el mensaje. Los dirigentes insisten en que los máximos responsables políticos del Concello asumieron compromisos, como la búsqueda de un patrocinador, que no han cumplido. En consecuencia y salvo que se produzcan avances en ese frente, el personal no cobrará hasta julio, cuando se ejecute el aval de 180.000 euros depositado en la liga.

Pese a la crudeza del mensaje, la directiva pidió a los jugadores que levantasen la huelga y estos han aceptado. Ayer por la noche disputaron un amistoso en Ourense, imprescindible a nivel técnico porque las lesiones impiden realizar entrenamientos de cinco contra cinco. De la ciudad de las Burgas se trasladaban directamente en autobús a Barcelona. Larga travesía nocturna para reflexionar, dormir si el traqueteo lo permite y pensar en el choque de mañana.

“Estoy muy orgulloso de mis jugadores”, proclama el entrenador, Manolo Povea, que no se había adherido oficialmente a la huelga al no ser miembro de la Asociación de Baloncestistas Profesionales, pero que comprende y apoya la actitud de la plantilla. Entiende que sus hombres “realizan un ejercicio de responsabilidad. No presentarse a jugar suponía la desaparición del equipo. Han querido ser responsables. Por otra parte, también tenían la sensación de que el trabajo colectivo y el individual, en lo que tiene de escaparate para cada uno, se podía diluir”.

De ahí ese cambio de postura aunque “no se haya resuelto nada”, constata. A jugadores y técnicos se les adeudan cuatro mensualidades, que serán cinco dentro de bien poco. “No hay nada concreto sobre el tema. Como ha dicho nuestro presidente (Juan Vieites), la situación está muy fea. La directiva nos habla de los compromisos del ayuntamiento”.

El baloncesto, orillado por las penalidades del impago, regresa de repente. El Gestibérica, sexto en la clasificación, necesita ganar “y esperar otros resultados” para subir como mínimo hasta la quinta plaza y asegurarse así el factor cancha en el play off de cuartos. “Como no dependemos de nosotros, nos centramos en intentar la victoria”. A nivel de preparación, “hemos diseñado el trabajo como si fuese una minipretemporada”. Porque las dificultades son ciclópeas: varias jornadas sin entrenamiento, un equipo diezmado por las lesiones, el ánimo destechado... Contra las adversidades se envalentona Povea, un tipo coherente y sensato, que es ahora cuando se muestra atrevido y no descarta ni pasar de cuartos ni lograr el ascenso, que sería “un broche espectacular” para la liga y para un grupo humano heroico.