El mundo hipertecnológico de la Fórmula 1 enseña de vez en cuando lagunas difíciles de comprender. En un monoplaza de diez mil piezas, con un macro ordenador rodante conectado al garaje por infinidad de conexiones, una simple bomba, el mecanismo que debe proporcinar líquido directamente a la boca del piloto, puede dejar al protagonista al borde del colapso. Fernando Alonso se derrumbó ayer porque no pudo hidratarse durante la hora y media que duró la carrera. El habitáculo, un horno a punto de cocción, se convirtió en un infierno para el asturiano, que pagó con una bajada repentina de tensión su esfuerzo para conseguir un único punto. Ya recuperado, dijo que apenas recordaba lo que había sucedido desde que se sintió indispuesto, cuando atendía a las televisiones, hasta que se rehizo en el garaje. Luego, lamentó verse en posiciones tan retrasadas ante coches que parecen inalcanzables.

“Esto es lo que hay”, dijo lacónico cuando explicó las circunstancias de la carrera de ayer en Bahrein. Lo peor de todo es que apenas hay indicios de mejoría, y que el R29 dio la sensación de estar al límite de sus posibilidades. “He hecho mi mejor carrera en dos años, rodando muy constante y moviéndome en tiempos de sesión de clasificación. El coche me lo ha permitido hacer pero está claro que un punto no es suficiente para el campeonato. Pero esto es lo que hay”, lamentó.

El piloto no encuentra una carencia concreta al coche. Dice que para estar delante compitiendo con los bólidos dominadores le ha faltado “un poco de todo” y tampoco auguró mejoría para la próxima carrera, en Barcelona. “Hemos cogido un punto y sabiendo que Ferrari tendrá una gran mejora, no creo que podamos estar más arriba del sexto o séptimo puesto. Es la zona que nos corresponde por velocidad pura”.

Fernando Alonso aplicó la lógica a la hora de diagnosticar el momento de la temporada. “Si fuimos octavos es que hay siete coches más rápido. Un punto no es demasiado pero tampoco se pueden pedir peras al olmo, ni milagros. Hay que esperar a que lleguen las mejoras”. De momento, no será Renault el próximo equipo que dé un salto de calidad. “Tenemos algunas referencias de que Ferrari será el equipo que más mejoras introducirá, y si ahora los tenemos un poco por detrás y nos adelantan, sería peligroso porque iríamos dos posiciones más atrás”, observó.

Al asturiano ya empieza a costarle hablar de pelear por ganar el campeonato. “Si ya era difícil al principio, más lo será cuanta más distancia me saque el primero. Todavía queda mucho y habrá que esperar a la evolución de los coches”.