No obstante, este año la cita de Barcelona no será como otros años debido a que muchas escuderías han adelantado trabajo y ya lo han puesto en práctica en los cuatro grandes premios dipsutados, como consecuencia del doble difusor que tanto revuelo causó y que ha sido el motivo, entre otras cosas, de que Brawn GP, la escudería renacida de la desaparecida Honda, sea la gran dominadora del mundial.

Otras, como la francesa Renault, también han impulsado cambios importantes en el paquete aerodinámico, pero para Barcelona será una de las grandes que menos mejorías experimentará, a tenor de las sospechas que tiene Fernando Alonso, quien prevé pocos cambios y sí muchos en los rivales.

Este es el caso de Ferrari, que después de lograr los primeros puntos en el mundial, gracias al sexto puesto de Kimi Raikkonen en Bahrein, se espera que ponga a disposición de sus dos pilotos un coche que dé el salto determinante para no verse relegado en casi cada carrera a posiciones inadmisibles para el nivel de la 'Scuderia'.

Es el gran temor que atenaza a Alonso, pues observa cómo un equipo que va por detrás suyo dará un salto de calidad y Renault no se espera que nivele este progreso. Ante esta situación, y en el peor de los casos, Alonso tendrá en Barcelona dos coches más por delante, lo que significa que estaría más cerca de la décima posición que de la quinta.

El despegue de Ferrari esta temporada ha sido de los más accidentados, y más que por una cuestión técnica por unas estrategias de equipo y errores en sus pilotos que han causado mucho malestar en Italia, hasta el punto de que ayer el presidente de la marca, Luca Cordero di Montezemolo, se desplazó al gran premio de Bahrein para dar apoyo y para observar de cerca cómo estaba operando su escudería.

Otro equipo que también cree que podrá crecer a partir de Barcelona es McLaren, aunque en el caso de la marca anglo-germana, su preocupación en los próximos días se derivará hacia París, donde será juzgada por la Consejo Mundial del Deporte del Motor de la FIA en el caso de las mentiras de Lewis Hamilton en el GP de Australia.

Existe mucha intranquilidad en McLaren-Mercedes porque no calibran aún las consecuencias del fallo, que en algunos sectores se apunta a una pena ejemplar, hasta otros que hablan de una sanción benévola, después de que el jefe del equipo, Martin Whitmarsh, remitiese una carta al presidente de la FIA, Max Mosley, buscando cierta compasión ante el hecho que se tiene que juzgar.

Es tal el apuro que se vive en McLaren-Mercedes, que en ciertos niveles de la marca se ha dejado entrever, a modo de presión, que dependiendo del castigo, que en algunos sectores se apunta a una sanción económica ejemplar o incluso la exclusión, contemplarían la idea de abandonar la F1, hecho que después también se ha desmentido.

Otra de las escuderías que también vive angustiada es la alemana BMW, pero sólo en el ámbito deportivo, después de comprobar que sus vehículos y pilotos (Robert Kubica y Nick Heidfeld) no son nada competitivos, con un punto máximo de decadencia ayer en el circuito de Sakhir, donde ambos ocuparon las últimas posiciones de la clasificación del GP de Bahrein.

BMW, después del desastre de Bahrein, como así lo describió el propio Heidfeld, dispondrá de nuevo material aerodinámico para Barcelona, en busca de la mejora que se espera de esta marca, considerada una de las que debía luchar por el campeonato.

Tras cuatro pruebas, el mundial de F1 refleja un escenario no previsto por nadie hace meses, debido a que lo lidera el equipo Brawn, con sus dos pilotos, Jenson Button y Rubens Barrichello, al frente de la clasificación, seguido de otra sorpresa, como es el joven alemán Sebastian Vettel (Red Bull), y tras ellos los dos Toyota, de Jarno Trulli y Timo Glock.

Barcelona será una oportunidad para descubrir hasta qué punto mejorarán los coches que experimentarán cambios sustanciales y cómo afectará al dominio de los Brawn, coches que se pusieron a rodar precisamente en el Circuito de Cataluña a principios de año, justo cuando nadie creía lo que ya es una realidad: que son los bólidos más veloces del circo de la F1.