Joaquín Cortizo supo lo que se le vendría encima cuando Pepe enloqueció ante el Getafe y los medios de comunicación empezaron a elucubrar sobre la sanción que se le impondría. Al ourensano le ha ocurrido otras veces, tras agresiones o entradas especialmente violentas en encuentros de Primera División. La prensa busca antecedentes, tira de hemeroteca, se reelabora el escalafón de los mayores castigos futbolísticos y de forma inevitable aparece su nombre en cabeza. Y otra vez se inicia la rueda de verse en letra impresa o mencionado en las radios, de contemplarse rejuvenecido con la casaca zaragocista para ilustrar las informaciones sobre jugadores patibularios.

Esta popularidad ingrata le amargó en su día. Ha admitido en otras ocasiones que el Comité de Competición cambió su vida para siempre. “Me hundió en la miseria”. Hoy lo contempla todo entre la resignación y la extrañeza. “Hace ya casi cincuenta años y cada vez que hay un acontecimiento de estos siempre me llaman los periodistas. Cuando sale un comentario o trapicheo de estos, no sé cómo pero me encuentran. Pero pregunta, pregunta”, propone, con la naturalidad del que ha contestado muchas veces a las mismas cuestiones. Hasta se mitiga su indignación cuando repite la tropelía que padeció: “No hay más remedio que apechugar”.

Así que Pepe perdió el norte y Cortizo se ha reencontrado con sus fantasmas. Aunque las dos acciones tienen difícil comparación. En la suya, una supuesta entrada sobre Collar, defiende su inocencia y es un asunto de palabra. No queda registro gráfico de la acción. Lo del madridista está registrado por media docena de cámaras. “Vi el partido todo”, comenta Cortizo del Real Madrid-Getafe del pasado miércoles. “Me pareció una barbaridad. Al chico le pasó algo en la cabeza. Es incomprensible. Sigo viendo las imágenes y no me lo explico. No es normal. Nunca he visto una cosa igual. Le entró una rabia terrible en el cuerpo”.

Competición, los herederos de aquel comité que lo mortificó, han decretado diez partidos de suspensión para Pepe. “Comparado con lo mío, es una sanción chica. Pero es jugador del Real Madrid, sabes lo que te digo”, insinúa.

“Nos pareció exagerado”

Albino Rodríguez, el que fuera su compañero en el Celta, también hubiera sido más riguroso con el portugués. “Le han aplicado la sanción mínima y eso es porque pertenece a un equipo grande”. Acepta que a Cortizo, hace 44 años, lo discriminaron. “El Atlético era el tercer equipo del país y Collar iba para estrella. Cuando conocimos que le metía 24 partidos, a todos nos pareció exagerado”.