Nadal ganó por 6-3 y 6-2 simplemente porque está a otro nivel que el resto, especialmente en tierra batida. Da igual si hoy no firmó un gran tenis para salir adelante frente a un voluntarioso rival, que le puso en aprietos en el primer set, pero que levantó bandera blanca en cuanto no pudo aprovechar sus ocasiones.

El mallorquín, el número uno mundial, jugará su quinta final de la temporada, después de sus triunfos en el Abierto de Australia, en Indian Wells y Montecarlo; y su único traspié en Rotterdam, donde cayó a manos del talento emergente del escocés Andy Murray.

A pesar de que se sintió molesto por las condiciones meteorológicas adversas, el viento cambiante que se mostró en las pistas del Tenis Barcelona durante toda la tierra, Nadal se impuso por mentalidad, por físico y por juego.

Admitió Nadal que no está satisfecho con su revés, pero tampoco debe estarlo, aunque no lo dijo, con su saque, demasiado irregular durante todo el partido.

Parece como si desde que saliera a la pista, el mallorquín se hubiera fijado en una valla publicitaria con la frase: "Para ganar tengo que olvidarme de lo que he ganado" para motivarse. Así fue, Nadal seguramente se habrá fijado que esa frase es de otro genio del tenis, del checo-estadounidense Ivan Lendl.

Y mañana, Nadal volverá a encontrarse con David Ferrer, como el año pasado, cuando el manacorense ganó por 6-1, 4-6 y 6-1 y levantó su cuarta copa del Godó.

El tenista de Javea lo tuvo mucho más complicado y ganó por 2-6, 6-2 y 7-6(7-5). Primero porque el chileno Fernando González se mostró a un nivel altísimo durante la primera manga.

Con un servicio infalible y una derecha matadora, González puso tierra por en medio para ganar con facilidad por 6-2. Del jugador de Santiago, no hubo más noticias hasta la tercera manga, porque en la segunda Ferrer desplegó su mejor tenis y, a base de tesón y mucho sufrimiento, logró equilibrar el partido.

Ferrer rompió en el segundo y en el octavo juego para equilibrar el partido (6-2) en 35 minutos, cinco más de las que había durado la primera manga.

En la manga definitiva, Ferrer lo tenía todo muy bien encarrilado. Ganaba el alicantino 5-2, después de romper el saque del chileno en el cuarto juego, pero cuando se dispuso a sacar para ganar el partido, González equilibró y todo se decidió en el desempate.

En este juego corto, el jugador de Santiago echó por la borda buena parte de sus opciones al cometer una doble falta con 5-5. En la primera bola de partido, Ferrer decidió a su favor.