Dani Alves, defensa brasileño del Barcelona, reivindicó ayer el potencial futbolístico de su equipo más allá de las discusiones sobre la incidencia de los árbitros en la Liga, de las que huyó argumentando que buscar excusas en los colegiados “es propio de perdedores”.

Fiel a la filosofía que su entrenador, Pep Guardiola, ha intentado implantar en el vestuario, Alves recalcó que los resultados del equipo dependen de cuestiones futbolísticas -“si ganamos o perdemos, es culpa nuestra”- y que los jugadores no piensan “que los árbitros puedan favorecer a uno u otro”.

“Las excusas son de perdedores y nosotros nunca vamos a ponerlas. Siempre miramos lo que pasa en el campo, y ahí lo dejamos. A veces nos sacan de nuestras casillas sus decisiones y protestamos, pero después nuestra norma es no hablar nunca de los árbitros; ellos van de buena fe, toman decisiones en cuestión de segundos, a veces aciertan y a veces no. No hay que mirarlos con lupa”, manifestó.

Alves, que aseguró que el Barcelona está “demasiado bien como para preocuparnos de lo que se diga en otros lugares”, en referencia al discurso que emana del vestuario del Real Madrid, insistió en que la clave del éxito del equipo azulgrana es “el hambre de títulos”.

Perseguido por el Real Madrid en la Liga, el Barcelona sigue mirando de reojo los progresos del equipo blanco. “Yo llevo seis años en España”, comentó Alves, “y el Madrid lleva cuatro así, sin un fútbol brillante pero sacando los partidos y con una gran competitividad”.

En el horizonte del equipo azulgrana ya aparece el compromiso ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. “Pero ahora no nos preocupa ese partido”, razonó el brasileño, “sabemos que es importante, y más por lo que pasó el año pasado, pero ahora tenemos demasiado trabajo como para pensar en eso”.