Getafe 0

Stojkovic; Cortés, “Cata” Díaz, Mario, Rafa; Contra (Granero, min. 46) Polanski, Casquero, Gavilán; Manu (Albín, min. 65) y Soldado (Uche, min. 70).

Barcelona 1

Valdés; Dani Alves, Marquez, Piqué, Puyol; Xavi, Busquets, Iniesta; Messi, Eto’o (Bojan, min.90), Henry (Keita, min, 75).

Gol: 0-1, min. 19: Messi. Árbitro: Turienzo Álvarez (Comité Castellano-Leonés). Mostró cartulina amarilla a Puyol (min. 31) y Dani Alvés (min. 87) por parte visitante y a Granero (min. 65) y a Mario (min. 70) por parte local. Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada del campeonato nacional de Liga, disputado en el Coliseum Alfonso Pérez, ante cerca de 16.000 espectadores.

El Barcelona paseó su rodillo por Getafe, equipo en el que muchos confiaban para animar la Liga, pero que ni siquiera fue capaz de disparar a puerta para contrarrestar el gol de Lionel Messi, suficiente para no dar un respiro al Real Madrid.

El tanto del argentino y una primera parte excepcional bastó al conjunto catalán para llevarse los tres puntos. Antes del pitido inicial, el partido había alcanzado cotas elevadas de expectación. Históricamente, el Barcelona había sufrido en el Coliseum, y el madridismo esperaba un tropiezo para acercarse al liderato.

Pero pocos imaginaban un planteamiento del Getafe tan rancio. Todos atrás desde el minuto uno. Así lo ordenó Víctor Muñoz. El equipo entero, por detrás del centro del campo y esperando un contragolpe milagroso. Nunca, en los cinco años que lleva en Primera el Getafe, se había acongojado tanto ante un equipo de los denominados “grandes”.

Eso es lo mejor que le podía pasar al Barcelona. Sin nadie presionando la salida del balón, y con un grupo de jugadores perfectos para hacer un rondo con cualquier rival, el conjunto azulgrana mareó a su rival desde el principio. El Getafe, en la primera parte no tocó la pelota. Corrió detrás de ella sin mucho orden.

Antes del choque, un puñado de jugadores “azulones” coincidía en las ruedas de prensa: “Para ganar tenemos que correr como locos”. Y así fue. Pero no sirvió para nada. Si no tienes el balón, en el fútbol, sólo con suerte puedes obtener algún rédito. De esa fortuna intentaron vivir los hombres de Muñoz.

Mientras, el conjunto de Pep Guardiola vivía en un auténtico paraíso. Ninguno de sus jugadores era molestado. Parecían un grupo de bailarinas danzando en perfecta armonía. Ni siquiera Messi, acostumbrado a sufrir tarascadas y empujones fue molestado. Su entrenador decidió no reservar a nadie, incluido al argentino, que fue quien abrió la lata local.

Antes de su gol, en el minuto 19, surgió la figura del gigantón Vladimir Stojkovic, que sacó una manopla imposible a Thierry Henry, salvó un mano a mano con Samuel Eto’o e hizo una acrobacia circense para desbaratar un disparo acrobático de Piqué. Sólo Messi pudo superar al muro serbio, todo un descubrimiento para la entidad madrileña.

La salida a la desesperada del Getafe equilibró la situación, pero el Barcelona seguía dando miedo. En cualquier momento podían acabar con el ímpetu de su rival. Mientras, cualquier cosa podía pasar. Una jugada aislada podría equilibrar la contienda y dar picante a la Liga.

Pero ésta no llegó. Por más que lo intentó, el Getafe no volvió a acercarse a la portería azulgrana. Por inercia, el partido fue muriendo poco a poco. Incluso, el Barcelona pudo sentenciar con un tiro al poste de Eto’o, pero al final se conformó con aguantar un resultado que sirve para mantener su hegemonía en la Liga.