El nuevo escándalo en el que se ha visto envuelto McLaren, que otra vez tendrá que dar explicaciones ante el Consejo Mundial de la FIA, amenaza con descomponer el equipo de la Fórmula 1, donde el mismo Lewis Hamilton está planteándose la huida. Según aseguró el diario alemán ‘Bild’, el jefe deportivo de Mercedes, Norbert Haug, tuvo incluso que convencer al piloto británico para que no abandone el conjunto anglo-alemán.

La relación entre el campeón del mundo y el presidente de McLaren, Ron Dennis, parece haberse deteriorado gravemente, pues según medio británicos, fue precisamente el patrón del equipo quien instó a su “hijastro” deportivo a mentir en Australia ante los comisarios de carrera.La hora de la verdad está fijada ya para el 29 de abril en París, cuando aún no han pasado siquiera dos años de la histórica sanción de 100 millones de dólares y la descalificación del Mundial de constructores con la que el Consejo Mundial castigó a McLaren por espionaje. La medida del nuevo castigo es aún una incógnita: desde una multa económica hasta una nueva exclusión del campeonato, todo parece posible.

El hecho es que el ya despedido director deportivo del equipo, Dave Ryan, y Hamilton condujeron a un error a los comisarios de carrera con sus declaraciones tras el Gran Premio de Melbourne, el primero de la temporada. Hamilton, como ya sospechó el ‘The Sunday Times’, parece librarse de culpa con su descalificación retroactiva de la carrera a causa de su confesión ante la prensa internacional el viernes en Sepang, antes del Gran Premio de Malaisia.

Las acusaciones van dirigidas al equipo. “Celebramos la oportunidad de trabajar con la FIA en el mejor interés de la Fórmula 1”, dijo McLaren en un comunicado emitido el martes justo después de la citación ante el Consejo Mundial.

Curiosamente, al igual que hace dos años en el caso del espionaje, el equipo plateado deberá responder de nuevo ante una posible violación del artículo 151c del Código Internacional Deportivo, que sanciona cualquier tipo de comportamiento contra el espíritu del deporte. El diario ‘The Times’ exigió a McLaren que aclarara cuál había sido el papel de Dennis en el caso, pero el equipo remitió al proceso en marcha.

Según el ‘Bild’, el británico, que esta temporada cedió el puesto de jefe de equipo a Martin Whitmarsh, sobre quien también llueven las críticas, realizó hasta 80 llamadas para intentar que Hamilton no confesara sus mentiras, como sucedió más tarde en su contrita rueda de prensa.

En la firma Mercedes tampoco quieren hacer declaraciones. El fabricante alemán remitió asimismo a las investigaciones en curso ante la pregunta de dpa. Y todo esto sucede por ganar apenas un escuálido punto. Hamilton terminó la carrera en cuarta posición, pero fue adelantado por el italiano Jarno Trulli, de Toyota, durante una fase de ‘safety car’.

En la investigación posterior, el piloto y el ya ex director deportivo Ryan aseguraron que no hubo ninguna instrucción de equipo para dejar pasar a Trulli, que tras salirse un momento de la pista fue adelantado también por Hamilton con el coche de seguridad en pista.

Sin embargo, las conversaciones de radio estaban grabadas y pese a una segunda reunión con los comisarios antes del Gran Premio de Malasia, no hubo ningún intento de retractarse del falso testimonio. “Más bien al contrario”, advirtió en un comunicado la Federación Internacional de Automovilismo.o momentos muy duros, y esto demuestra que es una persona honesta. El argumento de la retirada estaba cercano a él porque cuando suceden cosas de este tipo, vienen muchos pensamientos a la cabeza”, señala Haug en el diario alemán ‘Bild’.

El periódico revela igualmente que tanto el actual campeón del mundo como su padre, Anthony, estaban muy enfadados por el comportamiento de Ron Dennis en este asunto y que habría intentado impedir que su pupilo admitiese haber mentido.

Hamilton se negó a hacerlo y pidió a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) permiso para convocar una rueda de prensa donde culpó a Dave Ryan, despedido de inmediato por McLaren-Mercedes. El conflicto fue solucionado por el propio Haug, que intervino personalmente para calmar al piloto, y por Anthony Hamilton.