Comienza la cuenta atrás para el Campeonato del Mundo de hockey sobre patines, que se disputa en Vigo y Pontevedra del 4 al 11 de julio. “Será el mejor Mundial de la historia”, anticipa el teniente de alcalde, Santiago Domínguez.

El responsable político del evento quiere implicar a toda la ciudad olívica en el proyecto. De ahí su programa de captación de voluntarios, entre 160 y 200, y la reunión que piensa mantener con empresarios hoteleros y de otros sectores. La idea es promocionar Vigo entre la nutrida afición portuguesa, principal mercado foráneo del Mundial. De hecho, todos reconocen: “Nos gustaría una final España-Portugal”.

“El trabajo se va acelerando”, describe el encargado de los aspectos técnicos, Enrique Urdiales, vicepresidente del Vigo Stick y cabeza principal de la candidatura que conquistó el beneplácito de la Federación Internacional. Ya se conocen fechas, composición de los grupos y sedes (Pontevedra acogerá los grupos C y D de la primera fase y el torneo que decidirá quién de entre los eliminados desciende de categoría). Este sábado, en la localidad suiza de Montreaux, donde se disputa la Copa de las Naciones, se hará el sorteo del orden de encuentros. En la cita gallega, tercer Mundial que se disputa en el país, estarán los combinados de España, Angola, Mozambique, Colombia (grupo A), Suiza, Brasil, Andorra, Holanda (grupo B), Argentina, Portugal, Chile, Estados Unidos (grupo C), Italia, Francia, Alemania e Inglaterra (grupo D).

Habrá competiciones paralelas, tanto femeninas como de base, con equipos de diferentes partes de España. Será 300 niños, más otros 150 para las jornadas de tecnificación, que viajarán en compañía de sus familias. Cifras que ir sumando a las 1.200 acreditaciones solicitadas en total para jugadores, técnicos, dirigentes... Según los baremos en uso, por cada viajero se estima un gasto de 60 euros por día, alojamiento aparte. “Multiplique”, dice Domínguez. No entra en el cálculo la marea de hinchas lusos o de emigrantes suramericanos que querrán asistir a los choques. El Mundial se ha convertido en un “evento importante en época de crisis, con un gran retorno económico y en fechas como la primera quincena de julio, cuando todavía no ha empezado lo fuerte”.

Las ventajas se completan con la promoción. Mediapro, propietaria de los derechos televisivos, asegura la cobertura más amplia jamás vista. Lo que incluye a Japón y China.