- Sólo diez votos de diferencia le proclaman presidente. ¿Siempre confió en esta victoria?

- Cuando me presento, cuando decido liderar un proyecto así, intenté ser siempre optimista, para tratar que todos los que estaban a mi alrededor confiasen, porque sabíamos que el camino iba a ser duro, que íbamos a tener dificultades de identidad del proyecto y había que tener mucho optimismo y confianza.

- ¿Cómo es ese “piragüismo diferente” que proclama?

- Se trata principalmente de hacer algo diferente, de conseguir que los deportistas tengan más experiencia a nivel internacional, de incluir muchas de las especialidades, modalidades y categorías que habían sido excluidas, que las modalidades que no sean olímpicas tengan presencia en la programación de la federación, y también centrarnos en esos afiliados que no están acogidos en la federación nacional de piragüismo.

- Denunció durante la campaña una “inestabilidad federativa”. ¿Por dónde urge empezar a trabajar?

- Lo principal es que el piragüismo nacional tenga confianza en lo que nosotros hemos propuesto y queremos hacer. No queremos venir a crear desconfianza, que nadie piense que vamos a ir en contra de los que no nos han apoyado. Vamos a tender la mano a todo el mundo y eso es fundamental para que el proyecto empiece bien. A partir de ahí, tenemos que nombrar los responsables, incluir a cada uno en las áreas en las que pueden estar más recomendados y empezar a trabajar.

- ¿La situación contractual de entrenadores como Miguel García (entrenador del campeón olímpico Carlos Pérez) es prioritaria?

- Indudablemente los entrenadores tienen que estar bien tratados porque son uno de los engranajes que hacen que el piragüismo funcione, tanto a nivel de selección como a nivel de clubes, y lo que vamos a tratar, con criterios de equidad, es que los técnicos tengan su reconocimiento; en primer lugar los que están dependiendo de la federación como técnicos nacionales y luego a todos aquellos que se puedan incluir y formar parte del proyecto les daremos el tratamiento más adecuado. A mí me ha tocado ser entrenador muchas veces y pretendemos que no sólo se nos mida por el rendimiento de los deportistas sino que se nos escuche.

- ¿Cómo influirán los cambios en los olímpicos?

- No hay que obsesionarse. Son deportistas con experiencia, con buenos resultados, tienen buenos entrenadores y creo que con cualquier presidente son capaces de hacer lo que han hecho anteriormente. Sabemos lo que hay que hacer y qué hay que permitir hacer, no se trata de intervenir, pero sí que tienen que tener en cuenta que ellos forman parte de un proyecto deportivo; que para nada son unas individualidades, sino que son la enseña, la bandera, a nivel internacional, del piragüismo español. El equipo nacional debe tener una unidad, que no sean grupos que entrenan en diferentes condiciones, sino que tienen que ser un equipo como hemos sido nosotros a la hora de configurar este programa y esta candidatura, y así, como un equipo, hemos conseguido vencer porque hemos trabajado todos al unísono, y eso es lo que pedimos ahora a los deportistas y a los técnicos.

- ¿Y ya les ha manifestado esta idea?

- He tenido ya contactos con los tres entrenadores que han estado en los Juegos Olímpicos, tanto el entrenador de las chicas, el de kayak y el de la canoa de David Cal. Les he dicho que estamos para ayudarles pero que nos tienen que dar tiempo, e indudablemente el mensaje que les quería dar es que estuvieran tranquilos, que siguieran con su planificación, que para nada vamos a interferir en nada que ellos vayan a decidir hacer, y que si tienen alguna necesidad que lo planteen a la federación y , sobre todo, que hicieran unos planteamientos coherentes porque tienen que darnos tiempo para hacer el desarrollo de todo el programa.

- ¿Ha mantenido contactos con la Federación Gallega?

- Ya hemos tenido contactos. Ayer mismo -por el lunes- enviamos un e-mail para intentar tener una reunión esta semana, Sabemos que ha habido un proceso electoral y hay que intentar tener un contacto ya con la Federación Gallega, que es la más importante, forma parte de la Federación Española y para nada es una federación que esté aislada, porque independientemente de lo que vote cada uno no hay que aislar a nadie y hay que aglutinar esfuerzos. Por cuestiones de trabajo del presidente de la Gallega la reunión no podrá ser hasta después de Semana Santa.

- ¿Tiende la mano al diálogo?

- Después de las elecciones creo que se tiene que empezar a hablar de otra forma, a dialogar, y ahora nos toca a nosotros tender la mano. Sabemos que durante la campaña hubo acusaciones, se han vertido informaciones, pero bueno creo que está dentro del momento electoral. Para nada es justificable que ahora, como representantes del piragüismo nacional, hagamos una quema de brujas contra nadie porque no procede. La Gallega es la federación más importante a nivel nacional, tenemos varios programas firmados, y vamos a ser tan consecuentes como deberían haberlo sido otros en su momento.

- Y el tema de los clubes fantasma, ¿piensan atajarlo?

- Urge atajar este tema, pero tenemos que esperar a configurar todo el equipo. Sabemos que es un handicap para el piragüismo, porque es algo con lo que se ha estado conviviendo durante muchos años y eso tiene que desaparecer. ¿Cómo? Nosotros no sabemos actualmente cómo, pero sí que hay que poner los medios para que eso desaparezca y no ocurra.

“Carecíamos de libertad de expresión”

- ¿Su pasado como piragüista le ayuda a ver las dos caras de la moneda, la deportiva y la federativa, desde otro prisma?

- Cuando estás en esa situación, indudablemente tienes una visión distinta de las muchas posibilidades que tienen cada uno de los estamentos de técnicos, árbitros o deportistas. Si olvidas de dónde vienes, pierdes la dirección y te puedes equivocar.

- Estabilidad y libertad fueron dos de sus consignas en la campaña.

- Creo que carecíamos de libertad de expresión en la federación. Muchos de nosotros habíamos intentado hablar y decir lo que se podía hacer mejor y no nos habían dejado. Lo que tratamos es que todos se expresaran libremente. Es fundamental para que nadie tenga miedo vivir un piragüismo libre, que esté dirigido, pero que esté consensuado también.

- Ha recorrido más de 80.000 kilómetros en su campaña. ¿La clave estuvo en el contacto con la gente?

- Creo que esta candidatura ha generado un respiro. Fue como un balón de oxígeno, porque ha habido mucha presión en estas elecciones. Mucha gente ha votado sin creer en el proyecto que le habían presentado, pero ya sabíamos que a todos no los íbamos a convencer porque tenían muchos condicionantes con el anterior candidato y era muy difícil llegar a entendimientos con ellos porque hay muchos casos en los que hay dependencias y llevan a mantenerte situado al lado de quien te está dando esas prebendas. Ahora lo que viene es que hay un nuevo proyecto y para todos los que no se hayan sumado, por lo que sea, no va a ser un proyecto excluyente, sino que daremos facilidades para que se sumen, pero tampoco queremos disponer de herencias que no vayan a estar supeditadas a la programación o proyecto deportivo que proponemos. Al reorganizar todo tendremos que poner unos criterios sobre los interesados para que sepan que las cosas se pueden hacer de otra manera.

- ¿Sus plantes son a muy largo plazo? ¿Tardarán en llegar los cambios?

- Todo proceso de cambio lleva tiempo, pero se hará una revisión dentro de cuatro años y si el trabajo no se

hace bien, si el proyecto no funciona, tendrá que venir otro candidato. Yo me tendré que ir, habrá que renovar esto porque no se trata de quedarse aquí apoltronado, subsistiendo del piragüismo, porque el piragüismo tiene que seguir muchos años, aún sin estar nosotros.