El Celta está de luto por el fallecimiento a los 86 años de edad de Camilo de Cabo Fernández, Cabiño, que defendió la zamarra celeste en las décadas de los cuarenta y los cincuenta y fue uno de los protagonistas de la final de Copa de la Rey que el conjunto vigués perdió ante el Sevilla en 1948 en el desaparecido estadio de Chamartín.

Ferrolano de origen, Cabiño se incorporó a la plantilla celeste en la histórica campaña 1947-48 en la que el Celta jugó su primera final de Copa y obtuvo la cuarta plaza en la Liga, un logro tan sólo igualado en la temporada 2003-04, con la conquista de una plaza en la Liga de Campeones.

Defensa central contundente y excelente condición técnica, Cabiño permaneció bajo la disciplina celeste hasta la temporada 1951-52.

En este periodo formó parte de varios de los mejores equipos que ha dado el club en sus ochenta años de historia. Tuvo como entrenadores a Ricardo Zamora y Pasarín y compartió protagonismo en el campo con futbolistas tan relevantes en el Celta como Hermidita, Pahiño, Miguel Muñoz o Pepe Villar. Son famosas sus declaraciones tras la final del Copa de 1948, que el Celta acabó con siete jugadores de campo después de jugar esa misma semana una extenuaste eliminatoria de tres partidos con el Espanyol. “Llegamos muy cansados y acabamos demacrados. Parecíamos viejas”, declaró tras el choque. Los restos mortales de Cabiño serán incinerados hoy en el tanatorio de Pereiró a las 17.00 horas. Previamente, se celebrará una misa por su alma.