"Me ilusiona personalmente porque nunca he estado en esta cita", dijo sobre los Juegos.

Rivera, de 56 años, fue ratificado por unanimidad en el cargo de seleccionador el pasado sábado en la primera reunión de la nueva junta directiva de la Federación Española de Balonmano, encabezada por el flamante presidente Juan de Dios Román.

"Después de más de 20 años entrenando al Barcelona finalicé una etapa muy plena a todos los niveles y cerré un ciclo. Dije entonces que no volvería a entrenar, si eso representaba que tuviese que enfrentarme al Barcelona", comentó.

"La selección es otra cosa y pienso que ahora era el momento adecuado y por eso acepté la oferta de Juan de Dios Román", adfirmó Rivera, que ya dirigió a la selección española en el Mundial de Suecia de 1993. El 20 de marzo de aquel año dirigió por última vez a España, con victoria en el encuentro por el quinto puesto frente a Alemania (29-26).

Su concepto de la selección en esta nueva etapa es claro: "Mi objetivo es formar un equipo en el que la gente disfrute jugando al balonmano, que se trabaje bien, con intensidad, y que sea un equipo en el que todo el mundo quiera estar y del que se sienta orgulloso de formar parte", indicó.

Para muchos aficionados ha resultado una sorpresa que la llegada a la presidencia de la Española de Juan de Dios Román, el gran rival de Rivera en su etapa de entrenador, haya coincidido con su vuelta a los banquillos.

A este respecto, el ex entrenador del barcelona explicó: "Yo era entrenador del Barcelona y él lo fue Atlético de Madrid y del Ciudad Real, los dos grandes rivales de mi equipo. Los dos queríamos ganar y eso provocó una gran rivalidad entre nosotros. Pero ante todo nos teníamos un gran respeto y fuera de las pistas nuestro trato era exquisito".

"Fue él quien, entonces director técnico de la Federación, me propuso como seleccionador en 1993 y si ahora me ha ofrecido de nuevo el puesto será porque valora mi calidad, al igual que yo he valorado siempre la suya. Por eso apoyé desde el primer momento su candidatura a la presidencia, sin pensar en que yo pudiese ser el nuevo seleccionador nacional", argumentó.

En el año 2000, después de la marcha de Juan de Dios Román como seleccionador, le ofrecieron ya el cargo y en ese momento Rivera no lo aceptó. "Me lo propusieron sólo para llevar las selección para el Mundial del 2001. Tenía que dejar al Barcelona y volver después de nuevo al equipo. En ese momento valoré que lo primero era el Barcelona y , además, la propuesta y la forma de hacerla del entonces presidente (Jesús López Ricondo) no me convencieron".

El técnico con más títulos (70) del balonmano mundial no teme a los desafíos. Apenas tendrá dos semanas para trabajar con la selección antes de comenzar el Mundial de Croacia, pero recuerda que le tocó asumir esta situación en el Mundial de 1993 en Suecia y por esto "no es nuevo" para él.

"Mi trabajo está encaminado hacia los Juegos y no al Mundial, aunque no renuncio a nada. Pero si la oferta hubiese sido sólo para el Mundial, no habría aceptado", apuntó.

En el Mundial del 2007 España fue séptima. En el Europeo de este año terminó novena y en los Juegos de Pekín ganó el bronce: "Quiero dejar claro de que sólo voy a tener como referencia la última competición disputada y que no voy a hablar del pasado. Si en el último Mundial fuimos séptimos ésta será mi referencia ahora, como lo será la medalla de bronce de Pekín cuando llegue Londres 2012, y con el planteamiento de que en unos Juegos hay un nivel diferente y menos partidos que en otras competiciones", argumentó.

Rivera ha ofrecido hoy la lista de convocados para el Mundial, en la que ha incluido al meta del Barcelona David Barrufet, quien precisamente se retiró de la selección en los Juegos y que ha respondido afirmativamente a la llamada del técnico.

En este punto, el nuevo seleccionador nacional sólo tiene palabras de elogio para Barrufet: "Le estoy muy agradecido y quiero darle las gracias públicamente por su decisión, por lo importante que es dentro y fuera del campo. Es también una persona a la que quiero mucho y espero que algún día le reconozcan todo lo que ha dado y sigue dando al balonmano".

Valero Rivera es un ganador nato y espera triunfar en la selección. Quizás en toda su carrera le quedará una asignatura pendiente: la de no haber triunfado en el cargo de director general de secciones del Barcelona.

Rivera ha pasado página aunque reconoce: "En su momento me equivoqué al decir que si algún día se me pitaba en el Palau Blaugrana yo me iría. Así fue y me tuve que ir porque siempre he sido consecuente con mis palabras; quizás no las tuve que haber pronunciado".