El Celta sólo acudirá al mercado de invierno con un objetivo claro: buscar un futbolista que mejore las prestaciones que ofrece el actual plantel y que cuente con muchas opciones de jugar. Para este perfil de jugador se manejan tres posibles posiciones: un central, un interior y un centrocampista ofensivo. La decisión también está supeditada a la salida de alguno de los que no entran últimamente en los planes del técnico Pepe Murcia. La nueva incorporación sería la guinda a una plantilla que en los próximos meses podrá contar con el internacional Borja Oubiña y a la que se le plantearía el ascenso a Primera como gran reto hasta junio.

A una semana de que se abra el mercado de invierno de fichajes, en el Celta no hay un criterio claro y rotundo sobre las características del jugador que se quiere contratar. Por un lado, existe el convencimiento de que el equipo necesita un refuerzo de garantía en el eje de la defensa, ya que los recursos son escasos en esa posición. Rubén, Peña y Noguerol podrían resultar insuficientes para afrontar lo que resta de temporada en caso de lesiones y sanciones. Los optimistas apuntan que con Jordi, del filial, se cubrirían las contingencias.

La misma división de opiniones se produce en Plaza de España al plantear la opción de contratar a un centrocampista ofensivo que organice el juego, como alternativa a Trashorras. Esta petición partió hace unas semanas del entrenador, aunque una nueva apuesta de éste por jugar con dos delanteros específicos ha creado más dudas todavía sobre la necesidad de fichar a un futbolista que cubra esta posición.

Ante esta nueva situación surgió un frente en el club que apuesta por buscar un futbolista de banda de calidad contrastada, con un nivel superior al que pueda encontrarse actualmente en la plantilla céltica. Un interior que realce el juego ofensivo del equipo vigués y que haga brillar más si cabe a Dinei, a David Rodríguez y a Maris Verpakosvkis, sus tres delanteros.

Un futbolista que se mueva por las bandas parece ganar enteros entre las preferencias del club en los días previos a la apertura del mercado de invierno, en el que tampoco resultaría extraña la ausencia del Celta debido a las restricciones de caja que le impone el proceso concursal al que está sometido. Así, un nuevo fichaje tendría que contar con el beneplácito de los administradores concursales. Además, la operación financiera tendría que ser ajena a la economía del club; es decir, tendría que afrontarla directamente el presidente Carlos Mouriño a través de su propio patrimonio.

No obstante, toda incorporación pasa en estos momentos por reducir la plantilla en dos o tres unidades, para que no supere los veintidós jugadores. En este caso, el club aceptaría las cesiones de George Lucas y de Danilo Sacramento, así como la devolución de Renan a Brasil. Estas tres salidas facilitarían la llegada a Vigo de un futbolista de primer nivel. El Celta busca la solución en un equipo de Primera.