Como pedía esta semana Dinei, Murcia apostó por dos delanteros ante el Zaragoza y la fórmula le dio unos resultados excelentes al Celta, que cerró el año ofreciéndole un bonito regalo de navidad a la afición de Balaídos, que ha soportado un annus horribilis.

modificación táctica

Pepe Murcia decidió cambiar de sistema de juego. Dejó aparcado el habitual 4-2-3-1, a excepción de una efímera experiencia con tres centrales, para dar más apoyos a Dinei y que no se sintiese tan solo como había señalado durante la semana. Con la puesta en práctica del 4-4-2, el sacrificado fue Trashorras, que dejó su lugar a David Rodríguez. El Celta ponía en escena desde el inicio un equipo con dos delanteros. Y el resultado fue espectacular: media docena de ocasiones de gol de los célticos en el primer cuarto de hora. Dos fueron clarísimas: una de David Rodríguez que despejó López Vallejo y un remate de Dinei al palo. Los blanquillos salieron vivos de esa avalancha que provocaron los dos artilleros celestes.

Manejo de todos los palos

El Zaragoza maneja todos los palos de la baraja, no en vano tiene la mejor plantilla de Segunda. Pero como advirtió el entrenador del Celta, su mayor peligro lejos de La Romareda está en las vertiginosas contras que monta con robos de balón en el centro del campo. Cuando los célticos bajaron el ritmo, aparecieron Ewerthon y Oliveira para demostrar que forman la pareja más letal de la Liga. La madera salvó a Notario de un tiro envenenado que le envió Ewerthon en carrera. Su compatriota Oliveira probó desde la distancia y su fuerte golpeo lo despejó el guardameta catalán con dificultades. Con esas dos acciones entró el miedo en Balaídos y ya se quedó hasta que volvió a aparecer Dinei.

Defensas más atinadas

Los delanteros acapararon la atención durante los días previos al partido. Oliveira, Ewerthon y Dinei, los tres brasileños, y el invitado ayer por sorpresa David Rodríguez, tienen una calidad superior a la categoría en la que juegan. No obstante, ayer, se impusieron las defensas, que achicaron todos los peligros. La zaragozista nada pudo hacer para neutralizar el disparo de Dinei desde el balcón del área ni la maravillosa jugada que se inventó el brasileño por la izquierda para regalarle a Dani Abalo el balón para que se estrenase como goleador.

Peligro de extinción

Ni la visita del Zaragoza animó a la afición a acudir a Balaídos. Jugar los sábados y con televisión en directo provocan un ambiente más desolador del habitual en los últimos años. Uno de los cambios que se están produciendo en el fútbol es la desaparición de los espectadores de los estadios y las aficiones ya no aportan ese plus necesario para ganar un partido. El "jugador número doce", como gustaban considerar en el sur a sus cálidas aficiones, ha muerto.