El equipo de Pepe Murcia no aprovecha todos los recursos que el reglamento pone a su disposición. El banquillo del Celta no ha aportado ningún beneficio en las quince jornadas de Liga disputadas hasta el momento. Tan poca confianza despiertan los suplentes en el técnico cordobés que en tres ocasiones descartó agotar los cambios permitidos. Solamente en una ocasión, los jugadores menos habituales en el once de Murcia tomaron protagonismo. Fue en la eliminatoria de la Copa del Rey ante la Real Sociedad, en la que el Celta presentó un equipo plagado de reservas, y la apuesta resultó tan positiva que algunos se ganaron la titularidad en las jornadas posteriores.

Que el Celta no explota el banquillo es una evidencia que se muestra al repasar la ficha de los quince encuentros de la competición liguera. Sin este recurso, el conjunto vigués habría obtenido los mismos resultados. El resultado del análisis no favorece a los intereses de Pepe Murcia como gestor de los recursos que le ofrece la plantilla que el club puso a su disposición.

Hay casos evidentes en Segunda División de saber aprovechar los movimientos de piezas a lo largo de los partidod. Sin ir más lejos, el técnico de la UD Las Palmas, Javier Vidales, que el sábado estrenaba cargo, le dio una oportunidad a Saúl en el minuto 78 de juego. El futbolista se lo agradeció un minuto después anotando un bonito gol que dejaba resuelta la victoria del conjunto grancanario sobre un apático e indolente conjunto vigués.

Acierto o fortuna

¿Acierto en la decisión?, ¿fortuna? A Pepe Murcia, hasta el momento, no le ha sonreído ninguna de estas dos cuestiones. A sus rivales, sí. Al menos al Nástic y al Córdoba, aparte del mencionado Las Palmas. La acción de canarión Saúl la calcó N´Gal, del Nástic, que en su visita a Balaídos tardó menos de sesenta segundos en salir del banquillo y marcar el 0-2 definitivo.

En el Nuevo Arcángel, Jorge ponía en peligro una clara ventaja de los vigueses al anotar el tercer gol del Córdoba doce minutos después de sustituir a Gastón Casas. El Celta, con más apuros de los esperados, se llevó la victoria (3-4), pero el entrenador cordobesista estuvo a punto de salirse con la suya y neutralizar la ventaja de dos goles que el brasileño Dinei se encargó de establecer en la recta final del encuentro.

El descreimiento de Murcia hacia los reservas le ha llevado en dos ocasiones a no agotar los tres cambios, a pesar de que el desarrollo del juego se prestaba para buscar alternativas debido a que el marcador reflejaba sendos empates.

El primer compromiso en el que el técnico andaluz despreció la posibilidad de realizar tres cambios se produjo en el encuentro con el Alicante, en Balaídos. Edu Moya y David Rodríguez salieron por George Lucas y Fajardo, respectivamente, en los minutos 75 y 80. El primero, cuando los célticos mandaban en el marcador (1-0) y el siguiente, con los alicantinos celebrando la igualada.

Finalmente, Ghilas tuvo que ir al rescate del equipo vigués porque el rival se había adelantado en el minuto 87. Tampoco los agotó frente al Rayo Vallecano y la Real Sociedad, a pesar de que se equipo acabó cediendo sendos empates sin goles y el juego de los célticos demandaba alternativas.

Otro aspecto que muestra la poca confianza que le inspiran los cambios en pleno partido al entrenador del Celta es la tardanza en tomar la decisión de los mismos. De los 42 cambios que ha realizado, 20 se han producido más allá del minuto ochenta de juego. En ocho ocasiones, el primer suplente en saltar al césped lo hizo cuando restaban menos de veinte minutos de juego. Tres casos corresponden a la primera mitad por las lesiones de Notario, de Dani Abalo y de Óscar Díaz.

En el mismo número de ocasiones, el entrenador del Celta decidió modificar el once inicial durante el descanso; y sólo uno de ellos se produjo antes de cumplirse la hora de juego: en Castellón dio entrada a David Rodríguez por Dinei, cuando se disputaba el minuto 57.

Y esta gestión de la plantilla no ha dado réditos al equipo vigués, porque ninguno de los jugadores que han salido desde el banquillo han aportado goles, como sí le ocurre a otros equipos de la categoría. El Celta, con las frías cifras que aportan las fichas de los partidos, no sabe explotar el banquillo, donde muchos entrenadores encuentran soluciones para arreglar una mala tarde. El conjunto celeste, por el contrario, sí ha visto cómo el rival le ha hecho daño con algún jugador que tenía reservado en la recámara.