Más de una decena de furgones policiales escoltó al autobús rojiblanco desde el aeródromo de Marignan, a las afueras de la ciudad, hasta el hotel del equipo, situado junto al Viejo Puerto, centro neurálgico de la ciudad mediterránea, en un recorrido que fue seguido desde el aire por un helicóptero de la Gendarmería francesa.

Las autoridades francesas habían prestado una atención particular al traslado del equipo hasta el hotel, en prevención de que los aficionados más radicales del club francés pudieran estar tentados a efectuar algún acto violento como respuesta a la condena a tres años y medio de cárcel a Santos Mirasierra.

El aficionado ultra marsellés fue condenado el pasado viernes por un juzgado madrileño por los actos violentos que tuvieron lugar en el partido de ida disputado en el Vicente Calderón el pasado 1 de octubre.

Ese hecho, que los aficionados y el club marsellés consideran "injusto", provocó que el partido de hoy se desarrolle en unas condiciones particulares y haya sido declarado de "alto riesgo".

El equipo rojiblanco aterrizó entorno a las 12.15 locales (11.15 GMT) en el aeropuerto y llegaron al hotel una hora más tarde.

Los jugadores y el resto de la expedición atlética, en total un centenar de personas, fueron recogidos directamente desde la escalerilla del avión y trasladados al autobús que los llevó hasta la ciudad.

Durante el trayecto no se produjo ningún altercado. En la puerta del hotel aguardaba medio centenar de agentes que evitaron cualquier aglomeración de aficionados marselleses.

Los pocos que acudieron al hotel fueron interrogados por los agentes para evitar hechos violentos.

El Atlético de Madrid se traslada esta tarde sobre las 18.30 horas (17.30 GMT) al estadio Velódromo, escenario del partido. Ese trayecto es menos peligroso, según afirmó el prefecto de policía marsellés.