- El balance económico del Celta correspondiente al curso pasado continúa mostrando un panorama muy negativo para el futuro del club, con una deuda que ya alcanza los 85 millones de euros.

- No estoy de acuerdo. Las cuentas de la temporada pasada están cerradas a 30 de junio y no tienen nada que ver con la realidad del Celta. Esa no es la deuda actual.

- ¿Cuál es, entonces?

- A día de hoy, el Celta debe 79 millones de euros.

- ¿Y cómo se ha logrado una rebaja tan sustancial en tan poco tiempo, teniendo en cuenta los recortes por ingresos de televisión y taquillas?

- A 30 de junio teníamos una deuda de 84-85 millones de euros, pero me senté con Canobbio, por ejemplo, y le dije: tu salida del club cuesta un millón de euros. Si lo pagas, te vas. Y así con Matías Lequi, Guayre... hasta alcanzar los seis o siete millones que hemos rebajado. Fundamentalmente se consiguió con las negociaciones con jugadores: Canobbio, Perera, Guayre, Lequi; y acuerdos con Roberto Souza, Lucas, Rosada... sobre deudas anteriores.

- En cambio, no cuadra mucho el superávit de 2,5 millones que prevé el club para esta temporada, tal y como va el equipo y la respuesta de la afición.

- Creo que nos vamos a quedar cortos en el tema del superávit. Esto es lo que se plantea a priori. Si haces el concurso de acreedores habrá un superávit mucho mayor. Eso es lo que está contemplado si no hay concurso de acreedores.

- ¿Por qué?

- Porque se redujo mucho la plantilla, los desplazamientos..., y otras muchas cosas. Estos números están hechos a cómo está el Celta a día de hoy: en concurso, pero sin haberlo cerrado.

- Pero esas son las cuentas que se presentarán a la asamblea de accionistas .

- Para mí, el tema de las cuentas es irrelevante a día de hoy. Está muy bien que el Celta cerrase la temporada cumpliendo el presupuesto y no aumentando la deuda. Bien, se debían 84 millones en diciembre de 2007 y se cerró el pasado mes de junio con 84,5 millones. No entiendo que se diga que las pérdidas son de diez millones de euros.

- ¿Qué valoración hace entonces de las cifras que presenta el club?

- Creo que son de trámite. Las verdaderas cuentas que debemos presentar son las de este año, aprobando el concurso de acreedores. Esas son las verdaderas cuentas y la realidad del balance. Ahora mismo estamos en una fase concursal que puede dejarte con una deuda de 85 millones o como estamos a día de hoy, tramitando el concurso, que rebajamos seis-siete millones de euros en dos meses y medio, que es brutal lo que se hizo aquí.

- Con esas cuentas, da la impresión de que la solución depende del éxito deportivo.

- Estamos trabajando en una perspectiva, a nivel económico, de estar muchos años en Segunda División. En una previsión pensando solamente en esta categoría tenemos que generar recursos para pagar la deuda que quede de la finalización de la aprobación del convenio de acreedores. Ahora bien, ojalá que subamos el año que viene porque en vez de pagar la deuda en cinco o siete años, como tenemos previsto, la pagaríamos en dos, tres o cuatro. Si subes, genial, hay más beneficios. Pero la deuda que surgió a partir del año 2001 o 2002, que era inicialmente de 16-18 millones de euros con Hacienda, tras jugar en la Liga de Campeones se fue por encima de los 30 millones. Por lo tanto, el estar en Primera no te asegura la reducción de la deuda. Te lo asegura estar con un presupuesto de un club normal, modesto como es el Celta. Reduces deuda en Primera o en Segunda pero con presupuestos lógicos y ajustados.

- Pero en el balance económico se apunta como previsión que el club tendría que ascender antes del 2011.

- No. Eso aparece en un plan de viabilidad que se presentó a priori en el concurso. Pero no hay que fiarse de eso. En el peor de los casos, nosotros trabajamos pensando en pasar diez años en Segunda y pagar la deuda del Celta en su totalidad.

- ¿Entonces, una década es la previsión sobre la que trabaja el club para sanearse?

- No. A diez, a quince o a ocho años. Depende del acuerdo que cerremos con Caixanova. Mi idea es que en cinco años el grueso de la deuda esté cubierto, y después dejar otra parte que podamos refinanciar. Con un presupuesto de Segunda División tengo claro que en cinco años se puede afrontar el grueso de la deuda que arrastra actualmente el Celta.