El maillot amarillo llegó al fin a España. Carlos Sastre, reciente vencedor del Tour de Francia, pisó el aeropuerto de Barajas cuatro días después de subirse a lo más alto del podio de los Campos Elíseos. El campeón abulense prefirió cumplir con una serie de compromisos en los Países Bajos antes de emprender el camino de vuelta a casa.

Cientos de personas recibieron al escalador en su pueblo, El Barraco. La locura se desató cuando salió al balcón del Ayuntamiento con su hijo Yeray, ante el delirio de la multitud.Si desde que se situó como líder del Tour durante la mítica etapa de Alpe d'Huez, esta localidad de 2.000 habitantes ha vivido con intensidad la carrera francesa, lo de ayer superó todas las celebraciones anteriores.

"He hecho realidad el sueño de mi vida", señaló Sastre, que dijo estar "feliz por todo lo que ha sucedido", aunque reconoció que será cuando esté "más tranquilo" cuando comience a "analizar y valorar todo lo que ha pasado".

Sastre, de 33 años, se mostró "orgulloso" por el hecho de que se haya convertido en el séptimo español -y tercero consecutivo- que triunfa en la ronda francesa. "Siempre es bonito que siga sonando el himno nacional en París y que la bandera española se esté paseando por el resto del mundo", comentó.

El corredor del CSC admitió que sabía que sus opciones pasaban por "jugársela en el Alpe d'Huez", e incidió en que puso todo su empeño para lograrlo. "Yo sabía que ésa era mi opción, así que luché por ella y salió bien", valoró. Los Juegos y la Vuelta a España son sus próximos objetivos.