La comisión de seguimiento que forman la Federación, la ASOBAL y la Asociación de Jugadores había exigido al Balonmano Cantabria un aval bancario de 175.000 euros para garantizar que haría frente a sus compromisos, en una decisión que se justificó en la deuda histórica que arrastra el club y en los impagos a su plantilla.

El Balonmano Cantabria asegura en el comunicado insertado en su página en internet que, con la "delicada situación financiera" que padece desde hace una década, el descenso le pone al club "al borde del abismo, haciendo peligrar no solamente los esfuerzos de los últimos años, sino los puestos de trabajo que de él dependen".

El club califica su descenso de "injusto", porque entiende que no se le están aplicando los mismos criterios que al resto de los equipos de la ASOBAL. De hecho, mantiene que las garantías que se le piden son "inéditas en los dos últimos años, a pesar de la de sobra conocida precaria situación económica del balonmano nacional".

"Nunca se ha ocultado que la situación financiera sea mala, pero en este punto en el que nos encontramos no es ni mejor ni peor que la de años anteriores, así que no entendemos la implementación de esta medida en este momento", alega su directiva.

El BM Cantabria denuncia que "a pesar de haber presentado a tiempo todos los avales bancarios necesarios para participar" en la Liga ASOBAL, la Comisión de Seguimiento decidió no aprobar su presupuesto, "exigiendo unas garantías bancarias adicionales, del todo punto imposibles, y rechazando una a una otras medidas alternativas, así como las explicaciones" ofrecidas.

El club critica además que los miembros de la comisión y del Comité de Competición hayan "aireado" sus deliberaciones sobre su futuro, porque considera que con ello le "han dificultado aún más, si es posible, la búsqueda de una solución alternativa".

El BM Cantabria explica que contra la decisión que ordena su descenso no cabe recurso, salvo en la justicia ordinaria, y que ahora tiene dificultades incluso para inscribirse en la División de Honor B del balonmano nacional.

Indica, en este sentido, que junto a la resolución del Comité de Competición se le ha enviado un requerimiento para que deposite en el plazo de 48 horas (a contar desde ayer, martes) "nuevos depósitos, fianza y derechos de participación en la División de Honor B masculina, teniendo todavía las manos atadas con los avales presentados para la Liga ASOBAL".

En 2007, el Balonmano Cantabria bajó a División de Honor B tras una mala campaña deportiva, pero fue repescado a última hora cuando el Altea renunció a su plaza en la ASOBAL por problemas económicos.

Y este año, logró eludir el descenso con un gol en el último segundo del último partido de la competición, ante el Ademar León.

Con su salida de la ASOBAL, la Liga pierde a uno de sus históricos, a un club que entre los años 1988 y 1998 se situó entre los mejores de Europa.

Campeón de la Copa de Europa (1994), de la Recopa (1990 y 1998), y de la Copa EHF-IHF (1993), el Teka contó en esos años con históricos del balonmano mundial como Talant Dujshebaev, Mikhail Jakimovic, Mats Olsson, Mateo Garralda, Chechu Villaldea, o Alberto Urdiales.