LASK LINZ 2 - 3 REAL MADRID

Roberto Morales / linz (austria)

El Real Madrid aprobó en su estreno de pretemporada, venciendo al Lask Linz (2-3), conjunto líder de la Liga austríaca, remontando con goles de Baptista, Raúl y Saviola, aún falto de rodaje, con ausencias importantes y la necesidad de fichajes para crecer. La vida sigue igual en el Real Madrid. Su juego depende de la inspiración de Guti y, a falta de la llegada de jugadores claves ausentes más nuevos fichajes, Arjen Robben confirmó las buenas sensaciones iniciales que ha dejado en pretemporada.

Con el día más caluroso desde que llegó a Austria, un césped alto que no favorecía a la velocidad del juego y menor ritmo que su rival, arrancó el Real Madrid con la única novedad de Javi García que demostró que no ha nacido para jugar en el centro de la defensa.

Posiblemente nunca repetirá Bernd Schuster una línea defensiva como la de ayer. Sin jugadores importantes como Sergio Ramos, Cannavaro o Pepe, con molestias físicas, se vio forzado a retrasar la posición a Javi García. No fue la mejor forma de volver a enfundarse la camiseta del Real Madrid.

El Lask Linz celebraba su centenario ante un estadio lleno. Y comenzaron disfrutando con su equipo, más fuerte de inicio, imponiéndose en balones divididos y con un punto superior en el estado de forma. Su primer remate acabó en gol (m.14), con un testarazo cruzado de Saurer al que no llegó Dudek.

Reaccionó rápido el Real Madrid tras una de las típicas acciones que cuestan expulsiones a Guti. No cambia ni en amistosos y tras recibir una entrada no señalada, cogió el balón con las manos en su caída y se lo lanzó al colegiado. Su juego acaba corrigiéndolo todo y aunque se le ve, como es normal, lejos de su mejor estado de forma, dejó pases de gol a su más puro estilo.Los desperdició Raúl en dos ocasiones antes de que Robben, desbordando desde la derecha, picase un balón perfecto para que Baptista impusiese su potencia en el juego aéreo y rematase a la red el empate llegando desde atrás (m.21).

Fueron los minutos en los que los madridistas pusieron a prueba al portero rival. Disparos de Raúl, Baptista y Robben, cabezazos de Higuaín y Heinze, previos al gol de Raúl de cabeza, segundos antes del descanso.

La entrada de Van Nistelrooy, Saviola y principalmente Sneijder, activó el juego blanco, dominador de toda la segunda mitad. El dominio final lo certificó Saviola, aprovechando con clase una oportunidad en la que regateó al portero para marcar a puerta vacía, antes de que el encuentro finalizase con un nuevo error defensivo de Javi García, que regaló un penalti.