La ciudad de Vigo ya tiene un nuevo club deportivo de elite, el Coinasa Halcones, que el sábado se proclamó campeón de la Liga Nacional de Primera División, tras su doble victoria ante el Sevilla Red Sox, y por lo tanto consiguió el ascenso directo a la División de Honor de nuestro béisbol que es la tercera liga mas importante del viejo continente.

Tal y como se esperaba, los dos enfrentamientos resultaron muy igualados y los dos mejores equipos de la categoría no defraudaron, ante una gran concurrencia de público, la mas alta que se recuerda en el campo de As Plantas de Bembrive.

En el primer partido, los locales atacaron en la primera entrada anotando la primera carrera. Sin embargo los sevillanos reaccionaron pronto y en la segunda entrada se pusieron por delante al anotar dos carreras. No fue hasta la cuarta entrada cuando los vigueses le dieron la vuelta al marcador con otras dos carreras. Con una ventaja mínima, José Morales logró anotar una nueva carrera en la octava entrada para el definitivo 4 a 2. Una vez mas, el picheo vigues volvió a funcionar al permitir apenas seis hits a los sevillanos

Tras la victoria de los Halcones en el primer partido, los sevillanos estaban obligados a ganar por una diferencia abultada para lograr el título. Sin embargo, este segundo partido resultó también muy igualado. Por los vigueses lanzó Gerardo Osio, que realizó su mejor partido del campeonato. Los sevillanos fabricaron una carrera en la tercera entrada y otra en la sexta entrada para ponerse por delante dos a una. Al cierre de la sexta entrada, Carlos Millán conectó un cuadrangular en solitario para empatar el partido. Al cierre de la séptima y última entrada, Juan Mota llega a primera por base por bolas. Franklin Tavarez se embasa con infield-hit avanzando Mota a segunda. Luego, Marco Marques conecta un hit al jardín derecho para traer a Mota desde la segunda a home y anotar la carrera ganadora, ganado los halcones 3 carreras a 2. El delirio se apoderó de los jugadores vigueses que celebraron por todo lo alto este título. Primero fue en el mismo terreno de juego y luego en los vestuarios donde todos los componentes del club fueron bañados en cava. Un colofón perfecto para un gran día.