Vetar la presencia de Lionel Messi en los Juegos Olímpicos de Pekín no le servirá de nada al Barcelona, que se encontraría con el futbolista argentino en casa, pero inhabilitado para jugar hasta el 24 de agosto.

Las reglas, aunque poco conocidas, son claras: el Barcelona será sancionado con la inhabilitación de Messi si no lo cede para Pekín 2008. La única solución para el club español sería una renuncia del argentino a participar en los Juegos, algo que Messi sólo haría bajo extremas presiones.

"La FIFA acaba de recordarle a los clubes que deben ceder a los jugadores", dijo el presidente del Comité Internacional Olímpico (CIO), Jacques Rogge, durante una entrevista en Lausana.

"La ley indica que si un equipo no cede a un jugador, entonces el futbolista queda suspendido por todo el periodo de los Juegos. Eso significa que el jugador no podrá jugar para su club", profundizó Rogge.

Messi es actualmente eje de un conflicto entre el Barcelona y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). El futbolista, de 21 años, no quiere perderse la oportunidad de estar en los Juegos, en los que Argentina defiende la medalla de oro conquistada en Atenas 2004.

El delantero dio ya una señal de sus intenciones el viernes, al vacunarse contra la hepatitis y otras enfermedades, un paso recomendado para aquellos que viajan a China. "Quiero estar en los Juegos", dijo ya más de una vez Messi, que define como "un sueño" su presencia en Pekín 2008.

Para el club catalán sería en cambio una pesadilla, porque Messi es el eje de un equipo que entre el 12 y el 27 de agosto debe jugarse su clasificación para la Liga de Campeones 2008/2009. El torneo olímpico le permitiría jugar la vuelta.