Antonio Guayre no tiene constancia de que el Celta quiera prescindir de sus servicios. Así lo aseguró ayer a este diario el jugador canario, que el próximo lunes se presentará en las instalaciones de A Madroa para iniciar los entrenamientos.

El jugador canario dijo que su último contacto con el club fue a final de la pasada temporada y que desde entonces ha tratado sin éxito de ponerse en numerosas ocasiones en contacto con la entidad para conocer su futuro. "He llamado un montón de veces al club, pero no me han cogido el teléfono y he acabado por hartarme. Así que el lunes yo me presento en A Madroa para empezar los entrenamientos y supongo que entonces ya me dirán algo", indicó ayer Guayre a este diario. El futbolista añadió que su representante, Mágico Díaz, tampoco ha sido capaz de ponerse en contacto con el Celta en las últimas semanas.

El director deportivo céltico, no obstante, confirmó públicamente el pasado lunes durante la presentación del uruguayo Fernando Fajardo que Guayre no entra en los planes de Pepe Murcia; el jueves, en la de Ghilas, reveló que tanto él como Matías Lequi harían la pretemporada apartados del grupo.

Guayre, que trabaja desde hace semanas en Sevilla con un preparador físico para ponerse en forma, llegará a Vigo mañana. Lequi, mientras, también se presentará el lunes en A Madroa. Ninguno de los dos futbolistas ha sido convocado por el club para realizar las pruebas médicas a las que los restantes miembros del plantel se han sometido en los últimos días. Tanto Guayre como Lequi tienen contrato en vigor (el canario un año y el argentino dos) y las fichas más elevadas del plantel.

El pulso entre ambos futbolistas y el Celta amenaza con prolongarse; el argentino porque no está dispuesto a perdonar más dinero del que marque estrictamente el proceso concursal -la ley establece de una quita máxima del 50 por ciento del salario-; el canario, porque carece de ofertas para jugar tras pasarse prácticamente dos años en blanco por culpa de las lesiones.

Las posiciones entre el Celta y los jugadores parecen estar demasiado alejadas como para pensar en que se pueda llegar a un acuerdo pronto.