Stephan Schumacher se mostró encantado con la victoria lograda en la crono del Tour de Francia, que le permitió también vestirse de amarillo, con lo que ha logrado los dos objetivos que se marcó para la carrera.

"Yo vine aquí para ganar una etapa y, si era posible, vestirme de amarillo y ya lo he logrado. Todo lo que venga a partir de ahora es un premio añadido", aseguró el ciclista del Gerolsteiner.

El alemán pedirá a sus compañeros que trabajen en la etapa de hoy para mantener el amarillo, pero se resignó a perderlo en la etapa que acaba en la cima de Super Besse.

"Ese día habrá muchos ataques y no tengo demasiada renta en la general. Lo normal es que lo pierda", afirmó el ciclista, que señaló que saldrá "concentrado pero sin presión" por ser el líder de la general.